Vale una copa: Boca y Vélez, con demasiado en juego

Vale una copa: Boca y Vélez, con demasiado en juego

Desde las 22.15, chocarán en Mar del Plata en el encuentro que definirá cuál de los dos ingresa en un grupo de la Copa Libertadores

MAR DEL PLATA.- Llegó el día que Boca y Vélez se habían marcado con tinta indeleble. Ambos equipos se medirán en esta ciudad por un pasaje a la Copa Libertadores de América. Si ganan los de Liniers, los xeneizes deberán dirimir su suerte ante Independiente del Valle, de Ecuador. Si vencen los de azul y oro, Vélez quedará fuera del torneo continental y en su lugar ingresará Estudiantes de La Plata. El encuentro comenzará a las 22.15 y será dirigido por Germán Delfino. En caso de igualdad habrá media hora de alargue y, de persistir la paridad, el encuentro se resolverá por penales.

Rodolfo Arruabarrena yMiguel Ángel Russo, entrenadores de Boca y Vélez, respectivamente, velaron armas durante todo el verano para este partido. Los xeneizes apenas foguearon a su equipo de gala: fue en la derrota 1-4 con Racing. Los de Liniers, por su parte, mantuvieron a sus mejores jugadores en la Villa Olímpica de Ituzaingó. Los elegidos de Russo casi ni viajaron para cumplir con los compromisos veraniegos. El partido de hoy exige máxima concentración: está en juego el pasaporte al torneo más importante a nivel continental.

Además de lo deportivo y del prestigio institucional, el encuentro de hoy impacta en las tesorerías: si gana Vélez, accederá a la etapa de grupos, lo que le reportará cerca de $ 9 millones (US$ 900 mil, según el reglamento de la competencia). A Boca, que en caso de derrota deberá jugarse su suerte con el citado equipo ecuatoriano, le quedarán como mínimo $ 3 millones (US$ 300 mil, el premio que le corresponderá si cae en el repechaje). Si los xeneizes vencen hoy, Vélez quedará afuera y entonces el que tendrá un aliciente en sus boleterías es Estudiantes de La Plata, que se asegurará al menos $ 3 millones.

Las formaciones de ambos equipos estarán teñidas por lo que ocurrió en el verano, tanto en la cancha como en los escritorios. Guillermo Burdisso y Federico Carrizo hicieron méritos suficientes en el último superclásico como para que Arruabarrena reviera su decisión de dejarlos afuera. Burdisso jugará en el lugar que parecía reservado para uno de los nuevos, Marco Torsiglieri, y acompañará en la defensa a Daniel Díaz. Las gambetas de Carrizo también estarán desde el comienzo. El desequilibrio del ex Rosario Central ante River convenció al Vasco y Andrés Chávez será suplente. Además, el Burrito Martínez, que no jugó ningún partido preparatorio en esta ciudad, también será titular. Boca se encomienda al desequilibrio.

Vélez es un equipo en plena fase de reconstrucción. Sacrificó a su goleador, Lucas Pratto, para hacer caja y acomodar los números. Su 9 será hoy Mariano Pavone, quien regresa al país luego de su paso por Cruz Azul, de México. El lateral izquierdo de la defensa extrañará a su habitual inquilino, Emiliano Papa, el hombre que ocupó el puesto durante los últimos seis años y emigró a Independiente. Lo reemplazará el juvenil Fausto Grillo. Para apuntalar los cimientos del equipo, Vélez repatrió a dos ilustres: Hernán Pellerano y Leandro Somoza. Uno será titular en la defensa; el otro, el gendarme de la mitad de la cancha del conjunto.

El partido es decisivo como pocos. Tanto, que puede alterar la organización de los torneos de verano. Si Boca pierde, su presidente, Daniel Angelici, anunció que no jugará el segundo superclásico estival, programado para el próximo sábado en Mendoza. Además, una eventual derrota repercutirá puertas adentro: ya no habrá tiempo para preparar a los refuerzos, que deberán estar disponibles para jugar el 5 de febrero el partido de ida frente a los ecuatorianos. No habrá tiempos de derroche y a Boca volverían a asaltarlo las urgencias de los últimos tiempos.

Si el derrotado es Vélez, ni siquiera tendrá una segunda oportunidad y quedará fuera de la Libertadores. Pese a que su presidente, Raúl Gámez, se opuso con vehemencia a la realización del partido, el comité ejecutivo de la AFA refrendó la postura de Boca y, con el artículo 111 del reglamento general en la mano, obligó a los de Liniers a disputar el encuentro. Por eso es que el máximo dirigente velezano saboreará de manera especial un triunfo frente a los xeneizes. Si bien no es su objetivo primordial (buscan equilibrar los números), en las oficinas del José Amalfitani se ilusionan con disputar la Libertadores.

Vélez, como Boca, quiere recuperar la gloria perdida. Ambos darán hoy el primer paso.

Comentá la nota