La compañía entabla conversaciones con la banca para refinanciar hasta 2.700 millones en un momento en el que corren peligro las negociaciones con Blackstone y EQT para la venta del grupo.
Por: Pepe Bravo.
Urbaser, gigante español de los servicios medioambientales, está preparando el abono de un súper dividendo extraordinario a la gestora estadounidense de capital riesgo Platinum Equity, su principal accionista, como plan B al proceso de venta de la compañía, según coinciden varias fuentes del mercado consultadas por EXPANSIÓN.
Este pago está contemplado dentro de la refinanciación de hasta 2.700 millones de euros que el grupo español está negociando con la banca y sirve al fondo de capital riesgo norteamericano para capitalizar buena parte de las plusvalías de su inversión ante la posibilidad de que se frustre la compra de la empresa por el consorcio formado por Blackstone y EQT, que recientemente han revisado a la baja su oferta por Urbaser, como avanzó este periódico el pasado 22 de mayo.
Préstamo TLB y bonos
Los términos de la refinanciación, cuya cuantía y estructura finales dependerán del apetito de los inversores en los mercados de deuda, prevén la emisión de un préstamo sindicado (TLB) con un vencimiento a siete años de 1.150 millones de euros, así como una colocación de bonos high yield por un importe de otros 1.150 millones de euros y líneas de crédito (RCF) por un total de 400 millones de euros.
El paquete de deuda, por lo tanto, puede ascender hasta los ya mencionados 2.700 millones de euros. La refinanciación está siendo liderada por Banco Santander, Bank of America y Citi, según las fuentes consultadas.
Urbaser mantuvo una reunión con las entidades el pasado viernes para debatir la refinanciación. Al término del encuentro, se solicitó a las entidades que tuvieran aprobados los términos de la operación el próximo 6 de junio con el objetivo de salir al mercado la semana que viene.
Los términos de la refinanciación prevén que Urbaser pueda pagar un dividendo (dividend recap) a su principal accionista, Platinum Equity. Algunas de las fuentes consultadas indican que el dividendo se situaría entre 0,75 y 1 veces el ebitda del grupo previsto para el ejercicio 2025. Esto se traduciría en un dividendo de entre 500 y 670 millones de euros, teniendo en cuenta que el ebitda del grupo está previsto que alcance los 670 millones en 2025. No obstante, otras fuentes apuntan que el dividendo puede ser mayor y rondar los 1.000 millones de euros, aproximadamente.
La refinanciación en sí misma no tendría porque ser incompatible con la venta de la compañía al consorcio de Blackstone y EQT, pues se podrían incluir cláusulas para que la deuda sea portable y no hubiera que repagarla en el supuesto de un cambio de accionista.
Además, el pago del dividendo extraordinario reduciría en su mismo importe el ticket de capital de aproximadamente 3.000 millones de euros que Blackstone y EQT tendrían que abonar a Platinum Equity para la compra de Urbaser.
No obstante, algunas de las fuentes consultadas estiman que la refinanciación de la compañía pondría muy complicado seguir adelante con las negociaciones que Platinum mantiene desde hace meses con Blackstone y EQT al respecto de la compraventa de Urbaser, ya que el consorcio estaría planteando una estructura de capital y deuda para la compañía distinta a la que negocia Platinum con la banca en la actualidad.
También cabe la posibilidad de que Platinum y Urbaser paren la refinanciación si las condiciones de los mercados de deuda se tuercen a partir de la semana que viene. El grupo, pese a que tiene la intención de hacerlo, no tiene presión para refinanciar, pues el préstamo TLB actual, de 1.250 millones de euros, no vence hasta octubre de 2028. Seis meses antes de esta fecha vencen las líneas de crédito actuales, que son también de 400 millones de euros.
El pasado 22 de marzo, Platinum firmó con Blackstone y EQT un acuerdo de exclusividad para terminar de negociar la compraventa de la compañía con una valoración de alrededor de 5.500 millones de euros.
Blackstone y EQT se comprometieron a no tocar el precio tras una due diligence confirmatoria que iban a realizar antes de firmar la adquisición, si bien la guerra arancelaria desatada por la Administración Trump alteró todos los planes. El consorcio ahora ha rebajado su oferta alegando unos mayores costes de financiación.
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