El Tribunal Oral resolvió cárcel común para Braga

El Tribunal Oral resolvió cárcel común para Braga
Las actas del debate de ayer serán enviadas a la instrucción de la causa en el Juzgado Federal Nº 2. Hoy la audiencia se inicia a las 9.
La segunda audiencia de la causa “Luis Aredez y otros” fue atípica y con ejemplares resoluciones del Tribunal Oral Federal como fue la revocación de prisión domiciliaria al ex teniente Mariano Rafael Braga, y su traslado a la Unidad Penal Nº 8. Esto debido a un incidente en la sala donde faltó el respeto a una testigo víctima, al tribunal y a las partes con insultos hacia Adriana Aredez.

En esta audiencia también se escucharon testimonios de la causa “Julio Alvarez García” (Bidone y Caffagge. En la causa “Luis Aredez y otros“, la querella pidió que se lea la declaración testimonial de Olga Márquez de Aredez, esposa del Dr. Luis Aredez desaparecido el 13 de mayo de 1977, y que se adjunte al expediente de la causa. Luego testimoniaron tres de sus hijos: Adriana, Ricardo y Olga.

Adriana Aredez en su extenso relato sobre la dos detenciones ilegales y posterior desaparición de su padre el Dr. Luis Aredez destacó la incansable búsqueda de su madre. Recordó que escuchó en una Navidad de 1975, donde con su ex pareja sobrino de Mario Paz, jefe de Relaciones Públicas de la empresa dijo en una reunión donde también estaban directivos “los dueños de Ledesma hemos puesto mucho dinero para que en marzo de 1976 se realice el Golpe de Estado”, responsabilizó.

Destacó que su padre en la primera detención del 24 de marzo de 1976 sufrió tortura, tormento en su detención ilegal en el Penal de Gorriti, y que lo vio junto a su madre y hermana menos minutos para avisarle que su “padre” había muerto. En esa única visita después de meses de incomunicación de su padre lo vio en el Penal a Braga. Allí su padre les contó que sufrió “simulacros de fusilamiento”, y lo vieron en un estado de mendicidad, delgado, golpeado.

La testigo víctima solicitó al TOF que Braga saque la bufanda, vendas del rostro y los anteojos. Antes de finalizar su testimonio reconoció al imputado a cara descubierta.

Aredez brindó mucha información sobre la búsqueda de su padre y entregó al TOF 100 cartas de su padre y esquelas que enviaba de la cárcel. Leyó una de ellas donde pedía a su madre que se entreviste con Alberto Lemos y Mario Paz para que informen sobre los motivos de su detención, porque tenían una relación con las fuerzas represivas. También recordó que quien manejaba la camioneta de Ledesma durante la primera detención era Juan de la Cruz Kairuz.

En otra parte de su relato Aredez destacó que en la segunda detención de su padre, accedieron a una entrevista con el ex teniente Bulgheroni, a través de un radioaficionado Olis, quien en el RIM 20 era conocido. Allí Bulgheroni las recibió y les dijo que “no lo tenemos, nosotros no fuimos”. Se comunicó por radio con el comisario Jaig, que también se negó.

Aredez también relató de allanamientos en la casa de su madre y que al frente de esos operativos estaba Kairuz quien armado daba ordenes a militares. En una oportunidad robó las escrituras de las propiedad de los Aredez y luego extorsionaba a su madre para que se las transfiera. Así también Kairuz seguía a la familia Aredez en Libertador.

Luego testimonió Ricardo Aredez, quien relató sobre la desaparición de su padre por militares la madrugada del golpe de estado, en las camionetas de Ledesma. En las notas que enviaba su padre, pide a su madre que se entreviste con Lemos, en esa oportunidad Lemos le dice que “la empresa había puesto 40 camionetas al servicio de las fuerzas conjuntas”.

También recordó que vivió el apagón en Libertador, cuando estaba en la plaza, corrió a su casa y una camioneta de Ledesma lo alumbra le pide el DNI. “Esa noche fue de terror” dijo, escucharon gritos, junto a su madre “no me lleven”.

Relató su paso por el servicio militar obligatorio en 1978, donde el coronel Bernal Soto, “les hacía leer lo que hacían los subversivos. Los despertaban con baldazos de agua fría, le colocaban ropa con sangre”, una tortura psicologica. Lo llevaron a hacer guardia a varios campos de concentración a Tucumán, y en el ingenio Fronterita le dijeron los militares que “había entierros múltiples”.

El relato de la hija mayor, Olga Aredez se centró en preocupación de la atención médica que su padre buscaba para la gente. Relató que la empresa lo contrata a su padre como médico, y allí se entera de un convenio de un Centro de investigación con la empresa para que los médicos egresados, sin consentimiento de pacientes, realicen prácticas en los lotes de los zafreros. Su padre denuncia eso, como varias enfermedades de la zona: desnutrición y mortalidad infantil, etc. (Mariana Mamaní)

Comentá la nota