Era lento, incómodo y hasta impuntual pero barato y útil. Desde el 16 de febrero dejó de pasar el tren de pasajeros por dos localidades afectando a vecinos que tomaban este servicio para viajar. Se desconoce cuándo volverá a reanudarse el servicio.
Si bien la cantidad de personas que viajaban en tren en este ramal es notoriamente inferior en comparación con los que utilizan el ferrocarril para desplazarse por la línea que explota TBA entre Mercedes y Once, la falta de servicio no deja de ser una preocupación.
La decena promedio de pasajeros que subían al tren en la estación Dr. Domingo Cabred y el puñado que eventualmente lo hacía en Cortínez cada vez que el maquinista optaba por parar (se la considera una parada “facultativa” ya que el tren pasa a la hora estipulada por esta estación pero sólo se detiene si hay gente en el anden o si el pasajero le advierte al guarda que desea bajar; en caso contrario sigue de largo) desde entonces deben hacerlo por otros medios con el consiguiente costo en dinero y en tiempo que esto implica.
Mientras tanto, el regreso del tren es todo incertidumbre. El servicio se encuentra cancelado provisoriamente por falta de material rodante. El grave accidente llevó a que varios servicios de Ferrobaires se vieran cancelados o reducidos por el lapso que en un primer momento se dijo que iba a ser de un mes por revisión técnica del material. Sin embargo el plazo extinguió y las vías comenzaron a oxidarse.
Dirigentes del gremio La Fraternidad, por ejemplo, se mostraron pesimistas respecto de que la empresa Ferrobaires pueda disponer la reanudación del servicio de trenes de pasajeros a la ciudad de Junín, suspendidos luego del choque, el 16 de febrero pasado.
Según publicó el diario La Verdad, de Junín, los dirigentes gremiales expresaron esa posición luego de participar de una reunión –junto a representantes de todas las seccionales de La Fraternidad- con el entonces interventor de Ferrobaires, Antonio Maltana, en la que el funcionario les comunicó que en ningún caso el servicio será restablecido en un plazo menor a los tres meses.
Según se indicó en ese encuentro, en los próximos tres meses se pondrá en marcha un plan de reestructuración de la compañía y recién alcanzado ese objetivo el gobierno provincial aportará los fondos para reinvertir en los trenes y volver a ponerlos en marcha.
UNO POR DÍA
A pesar de las notorias falencias que presentaba el servicio de pasajeros, en Open Door y Cortínez era para algunos el medio de transporte más económico y directo para llegar a ciudades vecinas. Aunque la falta de frecuencias que evidenciaba desde que fue privatizado hizo que los vecinos obligadamente deban trasladarse por otros medios, quedando las estaciones en una larga agonía o como adorno en el medio del paisaje.
Si en Open Door paraba un tren a Junín y otro a Retiro por día, en Cortínez cada vez con menos frecuencia se detenía en la estación. Un dato lamentable es que en 2011 circula la misma cantidad de servicios que en 1897 cuando comenzó a circular el Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico por esta zona del partido de Luján: un tren por día.
Roque Alfredo Palacio, encargado de la estación Cabred, recuerda que todas las mañanas, a las 7.57, subían en Open Door 4 o 5 pasajeros para ir a Retiro y a las 19.36 cuando el tren iba para Junín bajaban otras tantas aunque muchas veces podía llegar a triplicarse. “De acá a Capital el tren tardaba una hora y media” dijo, al tiempo que señaló que el horario no favorecía a los trabajadores. “Para el que trabaja o para el que hace trámites, pasaba tarde”. Menos el sábado, el tren de pasajero circulaba con dificultad, lentos, sucios y con poca puntualidad todos días incluso los feriados. Ahora, ni eso.
“El viernes el tren iba lleno de gente que venía de Buenos Aires hacia Mercedes, Chacabuco y mucha a Junín. Llegaba hasta Alberdi. En ese tren iban muchos estudiantes y acá también bajaba mucha más gente y hasta tenía más coches. Era un servicio muy útil y económico. Un boleto en pullman a Junín sale 25 pesos cuando en colectivo sale 60 y hasta 80”, contó Palacio.
“Conozco gente que viajaba de Open Door a Posadas con tres chicos en tren y aunque tardaba 30 horas prefería viajar así porque no podía pagar un boleto en colectivo. Es lerdo y malo, pero lo hacía”, agregó el encargado de la estación.
Relevada la cúpula de la empresa estatal Ferrobaires por el gobierno provincial y mientras analiza la situación de 1200 contratados que tiene la firma, con el objetivo de identificar y separar al personal que cobra sin trabajar y pasar a planta permanente a quien cumpla con sus funciones, Palacio se muestra con un dejo de optimismo. “Tras el choque se vieron muchas falencias de mantenimiento pero calculo que va a ser mejor. Fue una desgracia pero a la vez eso va a traer una mejora porque están pidiendo el tren de todos lados. Por ahora, el servicio está suspendido pero estimo que ahora que vienen las elecciones van a poner buenas máquinas y vagones”.
El achique
Antes del proceso privatizador del gobierno de Carlos Menem, en la estación Dr. Domingo Cabred se vendían pasajes y estaba habilitada con personal para el despacho de cargas y encomiendas. Además llegó a haber una cuadrilla de 22 personas que se dedicaba al mantenimiento de vías y otras obras vinculantes, otros tres trabajadores del riel cumplían funciones en la estación, tres más eran señaleros y dos cambistas y otros dos trabajaban cubriendo los francos de sus compañeros entre las estaciones Mercedes y Pilar.
Pasaba un tren diario que iba a San Juan. En invierno había un servicio por día y los martes y los viernes dos, entre ellos, el tren “El Libertador” que iba a Mendoza, un expreso de lujo con camarotes y hasta bandeja para trasportar autos. En la temporada estival había dos servicios de pasajeros de larga distancia todos los días mientras que los martes y viernes, eran tres además de otros dos servicios diarios a Junín y Retiro que los fines de semana tenían un refuerzo. “Siempre iban llenos”, apuntó Roque Palacio.
Después, la fuente de trabajo se redujo a apenas tres empleados ferroviarios más un franquero mientras que la cuadrilla se fue achicando hasta desaparecer, aunque en los últimos años volvió a trabajar aunque con un reducido número de obreros. “Ahora quedé yo solo. Cuando ves las estaciones te dan ganas de llorar: se han llevado todo”, expresó Palacio, quien ahora trabaja para la empresa de cargas ALL y hace lo que puede para mantener una estación por donde ya no pasa ni siquiera “El Martita”, como le dicen al tren que circulaba entre Junín y Retiro.
Ficha técnica
- Red utilizada: Ferrocarril San Martín - Trocha ANCHA (1,676 mts.)
- Concesión de vías: UGOFE LSM (Retiro-Pilar) y ALL (Pilar-Alberdi)
- Distancia total: 336 kilómetros.
- Tiempo total de viaje a horario: 7h. 45m. (ida) - 8h. 36m. (vuelta)
- 14 de febrero de 2010: Hubo aumento de tarifas.
- 1 de noviembre de 2010: El servicio de encomiendas Retiro-Junín se redujo a dos frecuencias semanales.
- 23 julio de 2009: Leve modificación en los horarios de los servicios. En el caso del tren del domingo, se destaca un incremento en el tiempo del viaje, modificación que se suma a la larga lista de trenes que día a día circulan a menor velocidad.
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