"Trato de olvidar para vivir"

Expresó un sobreviviente del vuelo del horror del 7 de octubre de 1976 a La Plata, durante la audiencia de ayer.

En una nueva audiencia de debate testimoniaron seis sobrevivientes frente alTribunal Oral Federal (TOF) de Jujuy, que juzga a trece imputados un exmilitar Horacio Marengo y doce exagentes del Servicio Penitenciario Federal (SPF) que participaron en el operativo “718 aire” sobre el traslado de 90 víctimas desde el Penal de Gorriti, al aeropuerto ex El Cadillal en un avión Hércules a la Unidad 9 de La Plata y la cárcel de Devoto.

Después de 38 años, los relatos de los sobrevivientes al horror de ese vuelo, desbordan de dolor, sufrimiento, el tormento al que fueron sometidos durante esas horas engrillados sin saber a dónde los llevaban. Y hoy las secuelas que les dejó la dictadura cívico militar, en sus cuerpos y psicológicamente son las muestras del dolor vivido.

Carlos Figueroa relató su detención en 1975 cuando se intervino el sindicato de Ledesma. Destacó que en el penal, después del Golpe de 1976, estuvieron incomunicados. El día del traslado, dijo, que en el camión que los llevó al aeropuerto reconoció a Juan Carlos Osorio, en el avión lo esposaron junto a Lino Bazán, delegado de El Talar.

Efrén Guzmán, ex minero y ex preso político testimonió en el primer juicio. Recordó a monseñor Medina que les había anunciado el traslado “por lo que habían hecho, y les sugería despedirse de sus familias”. Esa mañana del traslado identificó al comisario Ernesto Jaig. “En el vuelo nos rociaban con bebidas alcohólicas, se ponían más violentos y nos golpeaban donde más nos dolía clavícula, rodillas. Gritaban en el vuelo somos de "Cordina’”, dijo.

Emiliano Fernández Rojas, narró su detención y el traslado, “fue demasiado inhumano” dijo. “Trato de olvidar para vivir” expresó cuando el fiscal Pablo Pelazzo le preguntó por secuelas. “Por los golpes “veía estrellas, me desmayé”, “hoy siento un zumbido en el oído que no permite que me concentre”, dijo.

Oscar Schultz, testimonió por primera vez, en su relato recordó a monseñor Medina al que le pidió que intercediera ante los militares, le respondió “hijo quedate tranquilo que vas a tener noticias” y “era el traslado”, dijo. Al “loco” Bravo le pegaron de tal manera que llegó desmayado a La Plata, relató.

Rufino Lizárraga, ex preso político fue consultado por el traslado.

El testimonio de Olga Ovalle de Bazán esposa del desaparecido Avelino Bazánfue incorporado al debate.

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