Tras la embestida, De la Sota aseguró que no es "un criticón" y pidió "diálogo"

Tras la embestida, De la Sota aseguró que no es "un criticón" y pidió "diálogo"

El gobernador cordobés volvió a referirse a su cruce con la ministra Débora Giorgi: “Fue un desplante a mi provincia”. Además, solicitó “no justificar las cosas malas que ocurren hoy”

La escalda verbal entre José Manuel De la Sota y el Gobierno parece no tener fin. Como si ninguna de las partes desistiera de tener la última palabra, el mandatario renovó sus reproches este sábado luego de que varios ministros nacionales lo atacaran el discurso plagado de críticas a la Nación que pronunció frente a la titular de la cartera de industria, Débora Giorgi, a mediados de semana.

Durante una visita a Rosario, donde promocionó los atractivos turísticos de Córdoba para la temporada venidera, el gobernador se refirió al concepto que utilizó el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, para adjetivar ese hecho: “emboscada”. "Qué lenguaje feo, hace mucho que no se usaba ese lenguaje", dijo.

"No fue un desplante a mí sino a mi provincia", dijo al comentar la reacción de Giorgi, quien tras señalar que la alocución del cordobés había sido “muy política” dejó de modo intempestivo el escenario que compartían en una planta automotriz.

"Yo no soy un criticón, pero creo que las cosas buenas no son excusa para justificar las cosas malas que están ocurriendo hoy", se defendió.

Para De la Sota, "hay un cansancio moral de buena parte de la sociedad, que no quiere que la lleven a los empujones hacia una Argentina bipolar".

El mandatario dijo que lleva ocho meses tratando de hablar con la Presidenta "por cuestiones de gobierno" e indicó que el Estado nacional ya le adeuda a Córdoba 2.500 millones de pesos. "No estamos pidiendo ayuda al Gobierno, queremos cobrar lo que nos deben", aclaró.

"Nosotros creemos en el diálogo, más allá de los portazos que nos dan, de las agresiones que he visto que nos han dirigido", dijo.

Tras mencionar los aspectos positivos de la gestión de Néstor Kirchner y la administración posterior de su esposa, De la Sota destacó "la falta de diálogo", "la soberbia" y "el tratar a los adversarios como si fueran enemigos" entre las cosas malas que tiene el oficialismo nacional.

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