Se trata de una mujer. Los cuatro delincuentes mantienen cautivos a un hombre y a dos de sus hijos. Uno de ellos es un bebé. Dos de los secuestradores se habrían fugado recientemente de un penal. Amenazaron con un "río de sangre"
Los rehenes eran en un principio un matrimonio y dos menores, uno de ellos un bebé. Así lo confirmó otro de los hijos desde afuera de la casa, que mantuvo un contacto telefónico luego de escapar de la vivienda.
En tanto, los delincuentes son al menos cuatro, dos de los cuales se habrían fugado recientemente de un penal de la zona, según dijo uno de ellos, que se identificó como Marcelo Ameijeiras.
Ameijeiras huyó semanas atrás de una comisaría de Moreno junto a otros cinco reos.
En diálogo con distintos canales de TV, el malhechor aseguró que no se trató de un intento de robo, sino que llegaron al lugar tras una persecución porque la Policía los quería "matar".
En ese sentido, aseguró que las fugas fueron "admitidas" por las autoridades nacionales y provinciales antes de las elecciones, por lo cual pidió "negociar" con el gobernador Daniel Scioli o el ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados. "Queremos declarar ante la Justicia por irregularidades, a nosotros nos dejaron salir por arreglos", indicó.
"Tenemos alto armamento para responder y repeler a la policía, acá no se trata de un robo. Acá hay una cuestión de fondo, política", dijo a CrónicaTV.
"Ellos entraron a esconderse, no nos robaron ni maltrataron", confirmó Azucena, una de las rehenes.
El hombre pidió "garantías" para que "todos salgan con vida". "Si no lo entienden las autoridades, esto va a ser un río de sangre", advirtió. "Si el Gobierno ordena que entren, esto va a ser una masacre", insistió.
La negociación parecía haberse encaminado poco antes de las 17. Uno de los efectivos de la Bonaerense confió a la prensa que estaba en el lugar que los delincuentes estaban a punto de liberar a la menor de las víctimas.
Ameijeiras se mostró en la puerta de la casa con Azucena, una de las víctimas, y reiteró sus denuncias respecto a la fuga. "Nos queremos entregar", dijo, y pidió la presencia de un fiscal y un juez.
Tras más de cinco horas de iniciado el hecho, y con la jueza y la fiscal presentes, se logró la liberación de la mujer, Azucena, quien en conversación telefónica con medios televisivos aclaró que "no es un robo".
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