Testimonios del "desprecio por la vida" de las fuerzas egipcias

Testimonios del "desprecio por la vida" de las fuerzas egipcias
Un médico del hospital montado en las calles de El Cairo para auxiliar a los islamistas desalojados violentamente por las fuerzas de seguridad afirmó que la policía "estaba disparando en la puerta del sanatorio”, según un informe publicado hoy por la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI).
AI publicó hoy un informe con testimonios que muestran el "desprecio por la vida humana" que pusieron de manifiesto las fuerzas de seguridad egipcias en su persecución a los seguidores del derrocado presidente islamista, Mohamed Mursi.

"A la luz de los testimonios iniciales y otras pruebas que hemos reunido, parece haber poco espacio para dudar de que las fuerzas de seguridad han actuado con un flagrante desprecio por la vida humana, y es necesaria con urgencia una investigación completa, imparcial e independiente", afirma AI en el informe.

"Estaban disparando en la puerta del sanatorio”, afirmó uno de los médicos que atendía a los heridos quien agregó que se dio cuenta de lo que sucedía cuando lo llamaron para ir al hospital montado sobre el terreno: “Nada más salir, el hombre que estaba custodiando la puerta recibió un disparo en la cabeza", aseguró.

Además, una enfermera que auxiliaba a los lesionados en las calles señaló que ni bien comenzó el desalojo, empezaron a llegar personas afectadas por el gas lacrimógeno y con heridas de perdigones, mientras que poco más tarde llegaron los heridos de bala.

"Había tantos heridos y muertos que perdimos la cuenta. En ese momento todos los médicos se fueron al hospital principal de Rabaa, porque el número de pacientes era abrumador, no teníamos capacidad para lidiar con aquello", sostuvo la enfermera.

Uno de los testigos que cita AI relata que "se oyó una advertencia a través de altavoces que llamaba a los manifestantes a abandonar la zona, pero poco después de un minuto comenzaron a disparar y lanzar gases lacrimógenos en su dirección".

"La situación continuó así hasta el mediodía. El gas lacrimógeno era continuo y los tiros llegaban desde los tejados y desde vehículos blindados. Los disparos llovían sobre nosotros", relató el testigo.

Otra persona precisó que "sobre las seis de la mañana se nos acercaron tres vehículos blindados por la calle Al-Tayaran. No hubo avisos verbales, solo unos cuantos tiros al aire. El único aviso verbal que escuché durante todo el día fue a las cinco de la tarde. Entonces nos dijeron que debíamos abandonar la plaza, cuando ya todo había terminado".

Además agregó que intentaron resistir durante horas mientras "la gente se moría" a su alrededor y que desde la primera hora de la mañana, vio "personas con disparos en la cabeza y el pecho", explicó el testigo en el informe difundido por la agencia de noticias EFE.

Philip Luther, director del programa de Medio Oriente y Norte de Africa de AI consideró que "si bien algunos manifestantes usaron la violencia, la respuesta de las autoridades fue gravemente desproporcionada".

Además Luther destacó que "aparentemente, no diferenciaron entre manifestantes violentos y no violentos".

La ola de violencia y muerte comenzó el miércoles cuando las fuerzas de seguridad desalojaron con gases lacrimógenos, balas y tanquetas los campamentos que los islamistas mantenían en las plazas de El Cairo.

Ese día murieron 638 personas y casi 4.000 resultaron heridas, según datos del ministerio de Salud.

Además, ayer la Hermandad Musulmana -organización a la que perteneció Mursi hasta llegar al poder- convocó a un “viernes de la ira” que se tradujo en fuertes choques en varias ciudades que dejaron un saldo dispar de muertos.

Un portavoz del gobierno egipcio indicó hoy que el saldo fue de 173 víctimas fatales, mientras que otras estimaciones indican que la cantidad de muertos fue aún mayor.

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