Tensión en la reconstrucción del accidente de Pablo García en Pilar

Tensión en la reconstrucción del accidente de Pablo García en Pilar

Bomberos de Pilar y peritos de la superintendencia de la Policía estuvieron a cargo de la recreación del accidente ocurrido el 17 de febrero de 2013, a las 6.09, en en el kilómetro 52. Ese día, García atropelló a Rodas y arrastró su cuerpo 17 kilómetros hasta el peaje. El hijo del periodista Aliverti y la viuda de la víctima se mostraron juntos, con buen diálogo. Familiares de la mujer confesaron que ella recibió dinero del imputado y pidieron justicia. La reconstrucción seguirá el lunes.

Desde las 5.30, la Justicia realizó la reconstrucción del accidente ocurrido durante el año pasado en Pilar, cuando el locutor Pablo García atropelló y mató a un vigilador que circulaba en bicicleta por la autopista Panamericana. La reconstrucción tuvo lugar en el mismo lugar donde ocurrió el siniestro, sobre la subida del kilómetro 52 del ramal, mano a Capital Federal.

En las pericias estuvieron la fiscal de Pilar a cargo de la causa, María Inés Domínguez; el imputado, Pablo García; su abogado defensor, Adrián Albor; la viuda de la víctima, Catalina Rodas; y su abogado querellante, Roberto Damboriana. La fiscal Domínguez intentó recrear el accidente y ésta será la última medida antes de que eleve a juicio oral el expediente.

Durante los trabajos, Pablo García y la viuda de Rodas, se mostraron juntos y mantuvieron buen diálogo. Al mismo tiempo, a la vera de la ruta se encontraba un grupo de familiares, con pancartas, reclamando justicia. Una sobrina de Rodas confesó que la mujer del fallecido tuvo un cambio de actitud y que "recibió dinero y una computadora" por parte de García. 

La sobrina de Rodas sostuvo que tras la entrega de un dinero, Catalina perdonó a García. "Ella lo perdonó. Yo digo que no podés estar hablando tan tranquila con el asesino de tu marido. Nosotros ni sabíamos que ella se había juntado con García en una reunión y tampoco nos habían dicho que hoy se iba a realizar la reconstrucción", agregó la familiar.   

En tanto, otra sobrina de Rodas, Carina Menéndez, señaló: "García se aprovecha de mi tía, que es una pobre infeliz. La tiene envuelta a mi pobre tía, ella no tiene estudios y se aprovecha". Además, denunció: No sé por qué hicieron las pericias en medio de la Ruta, si mi tío iba por la banquina. Acá la víctima es mi tío, este desgraciado quiere librarse por ser hijo de tal".  

En cuanto a la presencia del imputado, Menéndez indicó: "Me acerqué y le dije que se haga cargo, que es un asesino. García es un borracho, drogón y mala persona, no nos habla". "Dice que estuvo en estado de shock y arrastró a mi tío 17 kilómetros, cuando acá cerca hay un centro de salud. Sino estaba el pejae, se llevaba el cuerpo a su casa seguro", agregó la joven. 

Por su parte, Catalina, la viuda de Rodas, habló con la prensa y dijo: "Nunca le acepté dinero. Me acerqué a conversar con García porque él también es un ser humano. Recé mucho para que Dios me diera sabiduría. Que yo hable con él no significa que no quiera justicia". "¿Si lo perdonaría? Claro, ¿por qué no? Yo tengo un hijo y no quiero que se llene de odio", expresó.

En cuanto al resultado de las pericias, la fiscal María Inés Domínguez explicó que "se hicieron dos pericias, una según el testimonio del imputado y otra de acuerdo a los elementos que están en la causa". La inspectora anticipó que "no coincide el lugar del accidente indicado por García" e informó que el próximo lunes, cronometrarán el tiempo que hay hasta la cabina de peaje. 

El accidente sucedió el 17 de febrero del 2013, a las 6.09, cuando el vigilador privado Reinaldo Rodas, de 53 años, se dirigía en bicicleta por la autopista Panamericana rumbo a su trabajo en el country "Mapuche". El hombre fue embestido de atrás por el Peugeot 504 que conducía el locutor García. La víctima se incrustó por el parabrisas dentro del auto.

García nunca se detuvo y condujo con el cadáver de Rodas dentro del vehículo unos 17 kilómetros hasta el peaje de Pablo Nogués. El estudio de alcoholemia arrojó un resultado de 1,45 sobre el hijo del periodista Eduardo Aliverti. Sin embargo, el test fue realizado recién a las 8.30, por lo que los abogados de la familia sospechan que al momento del accidente, el nivel alcanzó 1,96.

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