"Tengo magia de la verde", avisaba el "Chuña" Alvarez por mensaje de texto

"Tengo magia de la verde", avisaba el "Chuña" Alvarez por mensaje de texto
Comenzó el juicio contra Facundo "Chuña" Alvarez, acusado de ser el jefe de una banda que se dedicaba a comercializar droga en la ciudad. En la primera jornada, intentó justificar y minimizar el crecimiento patrimonial "desproporcionado" que se le imputa. La situación de los supuestos cuatro cómplices.
El empleado municipal acusado de ser el jefe de una banda narco en Santa Rosa, Facundo “Chuña” Alvarez, declaró este miércoles que con su esposa no tienen “casa ni nada” y deslizó que, además de ese empleo, se dedicaba a vender ropa, tiene dos camiones regadores que le alquila al municipio y de vez en cuando compraba y vendía autos, en un intento de justificar el crecimiento patrimonial que se atribuye a la actividad ilícita que se le imputa.

Alvarez formuló algunas manifestaciones escuetas y se reservó la posibilidad de ampliar su indagatoria en otro momento del juicio que se inició este miércoles en el Tribunal Oral Federal. Está acusado de ser el organizador de una banda que vendía droga en la ciudad, junto a dos parejas de jóvenes y un pintor que está acusado de trasladar los estupefacientes.

Alvarez tiene 35 años y es empleado de la Dirección de Hidráulica del municipio y también puntero del Partido Justicialista, ligado a Convergencia. Permanece detenido desde el 30 de junio del año pasado. Ese día se realizó un procedimiento en el que se secuestraron 33.200 pesos en diferentes domicilios, 86 tizas de cocaína (un poco más de un kilo), 1,5 kilogramos de marihuana, 27 troqueles de LSD, una pistola Bersa 22, un Colt 38 Especial (las dos armas cargadas) y dos balanzas de precisión, entre otros elementos.

También están imputados de integrar la banda Emanuel Hirtz Ferraiuolo (31) y su pareja, Nadia Daniela López (21), que vivían en un departamento en la calle Vaira 3035, dónde se secuestraron algunos de los elementos, y sus vecinos, una parejita de jóvenes, Gustavo Adrián Pessack (18) y Natalia Celeste Costa Luján (20). Además, Jorge Néstor Cejas (48) está imputado por transportar estupefacientes.

La investigación estuvo a cargo de la Justicia Federal, con el auxilio de la División Toxicomanía de la Policía provincial. Además de la droga secuestrada, como pruebas hay diálgos telefónicos y mensajes de texto y vigilancias realizadas por policías de civil.

El tribunal tiene como jueces a José Mario Triputti, Marcos Aguerrido y Pablo Díaz Lacava. A Alvarez lo defiende el abogado Gastón Gómez, a Pessack y su novia, el defensor oficial Carlos Riera y a los otros tres el defensor Oscar Tomás del Campo.

“Tengo magia, de la verde”

En la acusación -que se leyó este miércoles al principio del debate- se tiene por probado que Alvarez era el jefe de la organización a partir de las escuchas telefónicas y los mensajes de texto de los celulares de los imputados. Si bien no hay diálogos en los que directamente se hable de la droga, en las comunicaciones entre Alvarez y Ferraiuolo se menciona “están las ‘remeras’ negras y verdes (de ese color era el envoltorio de las tizas de cocaína)”, “dame cinco chapas”, "quiero media remera", “llegó la fruta, la madera”, “vino la yerba mate”, “tengo la pepa”.

Además, hay diálogos entre Ferraiuolo y su vecino, Pessack, con manifestaciones similares. No existen en la causa comunicaciones entre Alvarez y Pessack y su novia, aunque la acusación fiscal sostiene que no es necesario que se conozcan todas las partes de la cadena sino que confluyen en el funcionamiento y la división del trabajo. Para la acusación, Pessack no sólo guardó droga sino que también la comercializaba.

A Cejas la policía lo detuvo luego de escapar del departamento de la Vaira cuando llegó en moto y advirtió la presencia policial. En el camino, tiró una mochila con un kilo de marihuana. En un allanamiento en su casa, secuestraron balanzas y envoltorios. “Llegó el humo”, “tengo magia de la verde”, son algunos de los mensajes entre los celulares de Alvarez y Cejas.

En el procesamiento -que fue confirmado en su momento por la Cámara de Bahía Blanca- se afirma que Alvarez era el organizador o jefe, que supervisaba la actividad, y que ese predominio sobre el resto queda claro con la evolución patrimonial “injustificada y desproporcionada” del imputado.

Según figura en la causa, desde agosto de 2009 -cuando habrían comenzado a operar- el patrimonio de Alvarez creció 490 mil pesos y adquirió un lujoso departamento en Villa Carlos Paz, valuado en 750 mil pesos.

“No tenemos casa ni nada”

Cuando declaró en la instrucción, Álvarez negó las acusaciones y alegó que puede justificar los bienes que posee. Este miércoles, delante de lo jueces, dijo que volverá a declarar después del desfile de testigos. Pero deslizó algunas apreciaciones. Contó que hasta el momento de la detención alquilaba una quinta en la calle Payné, en Villa Elisa, y que no tiene auto.

Consultado por el presidente del tribunal, dijo que cobra 4 o 5 mil pesos de sueldo en el municipio. Pero aclaró que, además, con su esposa vendían ropa, tienen dos camiones regadores que le alquilan a la comuna desde hace cuatro años y, de vez en cuando, compraba y vendía algún auto.

Sobre la compra del departamento en Carlos Paz, dijo: “No se hizo una compra. No hay nada hecho. Entregamos una camioneta. Es un fideicomiso, no se construyó todavía. Nos pareció una buena idea para invertir a futuro, no tenemos casa ni nada”.

Cuando le preguntaron sobre el precio de la operación, contestó: “Lo que dijeron ahí (en la acusación que le leyeron), 750.500 pesos a pagar en cuatro años. Solo entregamos la camioneta que compramos con un crédito prendario del Francés, que está cancelada. Salió esto, nos decidimos y lo compramos”.

En silencio

Entre los imputados como cómplices de Alvarez, Cesar Emanuel Hirtz Ferraiuolo y Nadia Daniela López, que vivían en el departamento dónde se secuestró la mayoría de los elementos y la droga, prefirieron el silencio, aunque podrían hablar al final del debate.

Jorge Nestor Cejas, el acusado de transportar la droga, contó que se dedia a pintar autos pero prefirió no declarar.

Por su parte, Gustavo Pessack y su pareja, Natalia Luján, se remitieron a una breve manifestación. “La policía entró a casa sin orden de allanamiento. Me pusieron contra la pared y no me dejaron hablar. Yo entregue la mochila, me la había pasado mi vecino ese mismo día. A Alvarez nunca lo conocí”, dijo él. “Yo no tenía ni idea de la mochila”, declaró la chica.

Más testigos

Después del desfile de los acusados frente al tribunal, declararon seis policías que intervinieron en los allanamientos y en el procedimento en el Butaló, dónde detuvieron a Alvarez. Para la jornada del jueves está prevista la declaración de dos testigos más y los alegatos de las partes. El fiscal que interviene es Jorge Bonvehí.

Los imputados alegaron durante la investigación que son consumidores. Los defensores intentarán justificarque la droga secuestrada es para consumor personal. O, en su defecto, que se caiga la acusación de asociación ilícita y solo quede la de tenencia y comercialización, con penas más leves.

En el caso de la pareja de Pesassack y su novia, la defensa buscará anular la prueba porque, según supo El Diario, el allanamiento policial se hizo sin la orden de allanamiento de rigor.

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