Los subsidios del Estado nacional dirigidos a los diferentes sectores económicos tendrán en 2025 un recorte general del 19,2% en términos reales respecto de los niveles del año en curso, pero el detalle por sector muestra importantes diferencias que, a su vez, permiten anticipar evoluciones diferentes en las tarifas de los distintos servicios públicos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

La distinción de esta región respecto del resto del país obedece a que el destino de los subsidios no es uniforme: en lo referente a la distribución de gas natural, abarca a todo el país, pero en energía eléctrica solamente a Edenor y Edesur, mientras que en transporte se dirigen en mayor proporción a colectivos y trenes de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano.

En este último punto, la reciente negociación entre la Nación y CABA sobre los subsidios a las 31 líneas de colectivos cuyo recorrido se desarrolla en su totalidad dentro del distrito aún espera la aprobación de la Legislatura, razón por la que sus eventuales efectos fiscales no pueden ser incluidos en el proyecto de Presupuesto.

Del análisis al proyecto de ley de Presupuesto 2025 llevado a cabo por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), se desprende que las tarifas de los servicios de distribución de energía eléctrica (Edenor y Edesur) y de gas natural (Metrogas y Naturgy) tendrán incrementos mayores que los que podrían aplicarse en el autotransporte de pasajeros y los trenes metropolitanos.

Esa diferencia se deduce del recorte a valores constantes del 41,3% en los subsidios energéticos, a diferencia del aumento -también ajustado por la inflación prevista del 18,3%- para el sector Transporte, que será del 30,7%.

Los subsidios a la categoría “Energía, combustibles y minería” pasarán de $ 6.741.332 millones en 2024 a $ 5.040.403 millones en 2025, con una caída nominal del 25,2% que, sin contemplar el impacto de la inflación proyectada, pasaría a ser la mencionada del 41,3%.

En el caso de las transferencias para Transporte, de los $ 2.369.729 millones subirán un 66,6% hasta $ 3.948.073 millones.

Se acotan las diferencias

De esta manera, los subsidios energéticos continuarán siendo los principales por el monto percibido, pero con una reducción sustancial en la diferencia con Transporte, que también mantendrán el segundo puesto.

Al respecto, de una brecha de 2,84 veces en 2024, la diferencia el año que viene será de poco más de la cuarta parte (1,28), en lo que deja en evidencia la política oficial de priorizar los subsidios al transporte, generalmente focalizados en los sectores socioeconómicos más vulnerables.

Cuál es la cobertura de las tarifas

Los últimos informes sobre el peso de los subsidios en las tarifas que realizó la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) indican que en energía eléctrica los valores pagados por los usuarios representaron el 52% del total de costos de explotación de los servicios en el promedio del primer semestre de 2024, con un pico del 64% en junio.

En el caso del gas, la cobertura llegó al 77% en el promedio de la primera mitad del año con 89% en enero y febrero como mayores porcentajes.

Para el autotransporte, para una tarifa media sin compensación de $ 708,57 en julio de 2024, el pago promedio por pasajero fue de $ 191,66, es decir, una cobertura del 27%.

En consecuencia, el proceso de reducción y eventual eliminación total de los subsidios se completará en el caso de los servicios de luz y gas mucho antes que en el del transporte público de pasajeros, tanto por la menor cobertura que la tarifa de estos últimos tienen en la actualidad como por la evolución dispar de las transferencias en 2025, que profundizará la brecha en relación con el resto de los servicios públicos.