Los incrementos propuestos en el Impuesto Inmobiliario bonaerense y en el Impuesto de Alumbrado Barrido y Limpieza (ABL) en la ciudad de Buenos Aires impactarán el año que viene en el Impuesto sobre los Bienes Personales.

En los proyectos de modificación de ambas leyes fiscales se prevén aumentos del 30%, en promedio, de los tributos jurisdiccionales. Esto provocará que, al aumentar los valores fiscales de los inmuebles, muchos contribuyentes comiencen a pagar el impuesto a la riqueza o que aumente la suma que venían pagando por el tributo, explicó José Luis Ceteri, del estudio Arizmendi.

La ciudad de Buenos Aires especificó que sobre las 1.700.000 partidas de ABL que se emiten, 960.000 sufrirían un incremento del 30% y 410.000 un alza del 20%, lo que implica que un 80% de los inmuebles porteños pagarán más impuesto y verán revaluada la base del Impuesto sobre los Bienes Personales.

En la provincia de Buenos Aires, el inmobiliario tiene un techo del 25%, según las autoridades, pero habrá un recargo extra del 20% para edificaciones de valuación inferior a $20.000 que se encuentren sobre terrenos cuyo valor supere los $ 200.000.

El argumento de los fiscos es incorporar la inflación en las valuaciones de los inmuebles, pero la situación no es pareja, porque por otro lado, la Nación no ajusta el mínimo exento del Impuesto sobre los Bienes Personales.

La Ley de Impuesto sobre los Bienes Personales establece que los inmuebles deben ser valuados a su valor de costo (escritura) menos las amortizaciones anuales. A ese valor histórico se le tiene que incorporar la actualización por los índices de precios mayoristas hasta el mes de marzo de 1992 (fecha en que se discontinuó el ajuste por inflación impositivo). El monto que se obtiene debe compararse con el valor fiscal o la base imponible, el mayor de los dos, que fijan las provincias para el cálculo del impuesto inmobiliario. Al aumentar los importes de valuación en la ciudad porteña y en territorio bonaerense, se producirá que aumente la base imponible comparable que se tiene en cuenta para el pago de Bienes Personales, dijo Ceteri.

Por otro lado, el proyecto de Presupuesto 2011 enviado al Congreso contempla la delegación de facultades para que el Poder Ejecutivo pueda modificar los mínimos que se tienen en cuenta para el cálculo del Impuesto a las Ganancias. Pero el proyecto no dice nada en referencia al mínimo exento de Bienes Personales que desde 2008 se mantiene en $ 305.000. Este valor no fue actualizado teniendo en cuenta la variación de los índices de precios mayoristas (IPIM) que difunde el Indec, que desde 2001 a la fecha variaron en más de un 300%. Si se hubiera ajustado por ese índice, de acuerdo a lo establecido por la ley de Bienes Personales, el mínimo exento hubiera llegado a aproximadamente

$ 410.000. Además, cuando en 2008 se produjo el último cambio el valor pasó de $ 102.300 a $ 305.000, pero superado este nuevo piso obliga a abonar por todos los bienes y no únicamente por el excedente como sucedía anteriormente, puntualizó el especialista.

Otro efecto que produjeron los cambios de 2008, estuvo relacionado con los fideicomisos inmobiliarios, operaciones que abundan en la actualidad para adquirir inmuebles. Antes, al no encontrarse previsto en las normas no estaban alcanzados por el impuesto, ahora siempre se paga impuesto porque no hay mínimo exento.

Por último, Ceteri recordó que el único pasivo que reconoce la Ley de Bienes Personales es el crédito hipotecario originado en la adquisición de la casa-habitación. De esta manera, el capital adeudado al 31 de diciembre se resta del valor imponible determinado (luego de la comparación con la valuación del Impuesto Inmobiliario) para pagar el tributo.