Siempre se vuelve al primer amor y Lauría está cerca de Montenegro

Siempre se vuelve al primer amor y Lauría está cerca de Montenegro

Cada voto del Concejo Deliberante vale, y mucho. Más aún cuando la mayoría del oficialismo no está asegurada. El edil Nicolás Lauría está haciendo abuso de esa situación.

Después de una pelea, que parecía que no tenía vuelta atrás, y más aún, después que Lauría se una a la nueva oposición de Carrancio y compañía; en los últimos días se comenzó a negociar cuánto vale el voto del ex jugador de Básquet.

Ahora bien, ¿Cuál sería el valor del voto de Nicolás Lauría? La respuesta es sencilla: la dirección del EMDER o el EMSUR. Es decir, Lauría estaría de acuerdo en volver a ser oficialista (e irónicamente hasta Intendente interino si Montengro se toma licencia) si le dan para él o uno de los suyos una de las dos áreas municipales. El panorama empieza a ampliarse.

Una de las posibilidades es que Lauría ponga a un soldado de él (o de su suegro, Luna, líder del Partido FE) al mando de EMDER o el EMSUR, pero la otra posibilidad es que Lauría renuncie a su banca para ser él mismo quien asuma como funcionario y, de esta manera, en su lugar en el Concejo Deliberante asumiría Liliana Elizabeth Piccolo, una jóven PRO que poco tardará en entregar el SI a cada uno de los proyectos propuestos por el Ejecutivo. Actualmente trabaja en la Secretaría Privada del Montenegro, es la directora.

La dos posibles situaciones son legítimas. Por estas horas se discute el precio del voto de Lauría. Nobleza obliga, tanto él como su entorno aún hoy lo niegan, pero los rumores se convierten en realidad cuando se hace fuerte el comentario y el boca en boca. Al final de cuentas, por algo alguien lo filtra.

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