Se trata de un servicio de maquinarias que se brinda todos los años desde la entidad con el objetivo de ayudar a los pequeños productores a preparar adecuadamente sus campos destinados a la producción de tabaco y así puedan comenzar con las plantaciones en terrenos con buenas condiciones para el desarrollo de esta etapa fundamental del cultivo.

Asimismo un equipo de profesionales recorre permanentemente sus campos para apoyarlos con un asesoramiento técnico constante desde el inicio de la campaña y durante todas las etapas del cultivo para que puedan desarrollar de manera eficiente su producción y mejorar sus resultados agronómicos y en especial de aquellos que tienen promedios bajos de kilogramos por hectárea.

En este marco, se trabaja sostenidamente para que los productores y en especial los pequeños puedan llevar adelante la producción en la presente campaña contando con todos los recursos necesarios y en las mejores condiciones posibles.

De esta manera, la entidad madre del sector tabacalero, paralelamente a las firmes gestiones que lleva adelante ante el Gobierno de la Nación para agilizar la transferencia de los recursos del Fondo Especial del Tabaco, también se ocupa de la contención de los pequeños productores ejecutando diferentes programas operativos con el objeto de mejorar su producción y calidad de vida. En ese sentido los productores cuentan con un plan almácigo, provisión de combustible, servicio de preparación de suelos, asistencia económica, una obra social para su núcleo familiar, asesoramiento técnico permanente, becas universitarias para sus hijos, entre otros.

Esto es posible gracias a intensas gestiones y a través de una estrategia inteligente que logró que la Institución pudiera volcar esta asistencia a todos los productores y sobre todo a los que más lo necesitan. Asimismo con eficiencia administrativa, responsable y seria de los recursos disponibles del Fondo Especial del Tabaco, realizando un gran esfuerzo económico se puede paliar en alguna medida las necesidades del productor.