Sergio Massa puso el juego sobre el tapete y Aída capitaliza el discurso

Sergio Massa puso el juego sobre el tapete y Aída capitaliza el discurso

La propuesta del presidenciable del Frente Renovador de estatizar los juegos de azar encontró en el Chaco en Aída Ayala una intérprete ideal para homologar ese compromiso. En la vereda de enfrente, el Gobierno se encuentra en el último tramo del proyecto iniciado por Chiyo de privatizar los casinos y las salas tragamonedas de todo el interior.

La propuesta de estatizar los juegos de azar que formuló el candidato presidencial Sergio Massa en plena campaña electoral encontró en el Chaco a una intérprete ideal para homologar el compromiso del Frente Renovador (FR) con un sentido diferenciador, ya que el oficialista -Frente Chaco Merece Más- acaba de darle las puntadas finales a un procedimiento sumamente cuestionado de enajenación de los casinos que antes administraba Lotería Chaqueña.

Massa puso sobre el tapete la cuestión del juego como uno de los ejes de su plataforma política, convencido de que la ciudadanía ve en las concesiones de casinos un negocio millonario que va directamente a manos privadas en vez de volcar el grueso de sus beneficios a las necesidades del Estado.

Ayala coincide con esa postura y en sintonía con el candidato del FR criticó las condiciones en que fueron privatizadas las salas de juego del interior chaqueño.

La intendenta reclamó transparencia y en su círculo de colaboradores más cercanos aseguran que de llegar al poder anulará las negociaciones que el ex gobernador interino Juan Carlos Bacileff Ivanoff cerró con un grupo privado que se benefició con una concesión múltiple de un plumazo.

Aunque el gobierno provincial, ya en manos de Jorge Capitanich, aseguró la misma noche en que reasumió el Gobierno que pondría bajo la lupa el proceso privatizador de Chiyo, el escándalo del juego perduró debido a una actitud oficial indolente. El titular de Lotería Chaqueña y arquitecto de la operación, Néstor Rolhaiser, sigue en el cargo y la empresa favorecida continúa al frente de las salas en cuestión sin inconvenientes, al estar de las fuentes oficiales porque la vía que se seguirá será la acción de lesividad, intentando la Fiscalía de Estado hacer las cosas de modo de evitar reclamos futuros.

Lo cierto es que los tiempos judiciales no son los políticos, y que se está en una campaña donde uno de los ejes será el sonado escándalo de Lotería, no siendo un hecho menor que al día siguiente de las manifestaciones públicas de Capitanich en el sentido de que anularía, el proceso desde la oposición se puso en duda.

La posibilidad de que Ayala, que se aquilata en su frente la representación massista, enarbole como bandera propia la prédica del tigrense obligaría al gobierno provincial a adoptar una actitud más clara respecto de las concesiones del juego a privados. En especial como consecuencia del alto costo político que podría representar la insistencia por parte de la oposición con las sospechas acerca de un proceso teñido de ilegalidad que priva al Estado provincial de recursos genuinos.

La oposición, hoy encabezada por Ayala, sembró dudas respecto de los reales propósitos del oficialismo con la privatización de las salas de juego y las miradas del electorado independiente se enfocaron en el escándalo al punto que Capitanich buscó despegarse del asunto, pero las dudas nunca se disiparon.

Si el desafío lanzado por Massa en el orden nacional se plasma como un eje de campaña, el Gobierno tendrá que poner las barbas en remojo para no quedar entrampado en un discurso que la candidata radical podría capitalizar desde todo punto de vista.

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