El anunciado inicio de clases sin sobresaltos se agotó tan sólo en eso, un anuncio, ya que desde que comenzó el ciclo lectivo los establecimientos no dejaron de ser blanco fácil de hechos vandálicos.

Los edificios de las escuelas de los barrios San Benito y San Marcos fueron violentados por maleantes en el transcurso del tercer mes del año, así como la Piragine Niveyro, donde prendieron fuego causando la destrucción del lugar. Los hechos llaman la atención ya que en 2014, en un mes, se llegó a registrar más de un robo por semana, tal como publicó EL LIBERTADOR.

Tras los reiterados ataques vandálicos contra las escuelas, principalmente las que se ubican en los barrios periféricos de la ciudad, se anunció una serie de medidas para asegurar protección a estudiantes, docentes y personal, así como a los edificios.

Colocación de alarmas, instalación de cámaras de seguridad, presencia de policías en los horarios de ingreso y salida, así como patrullaje, fueron las acciones que se anunciaron. Algunas se implementaron, otras no, pero aún así el comienzo de 2015 no arroja un panorama positivo para los establecimientos escolares, afectando la asistencia a clases de los alumnos.

INSÓLITO

Entre las diez primeras escuelas en las que se colocaron cámaras de seguridad, la número 402 del barrio San Benito resultó elegida para recibir dos de los dispositivos. Sin embargo, el lunes 16, el lugar fue vulnerado para robar precisamente esas dos cámaras, lo que afectó la infraestructura, ya que se destrozaron tres puertas de los salones del lugar.   

Al inicio de la semana pasada, los ladrones atacaron a un jardín de infantes ubicado en el barrio San Marcos, frente al colegio secundario Leloir. Como ingresaron a una sola sala, optaron por llevarse sillas pequeñas y algunos objetos más sin valor.

Como en cada uno de los ataques registrados en 2014 y en el transcurso de este año, el robo dejó como saldo la destrucción de mobiliario, en este caso, de la puerta de acceso que directamente fue arrancada.

Los hechos no sólo ponen en jaque la seguridad de las escuelas, sino también el desarrollo de los niños y jóvenes que ven afectada su formación escolar.