Desde la entidad que reúne a los pequeños y medianos productores aducen una fuerte baja en la producción por factores climáticos
Así lo aseguró ayer el titular de la Unión de Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT), Sergio Fara, luego de reunirse con el gobernador José Alperovich.
“Tenemos el respaldo del Gobernador, que nos aseguró que esta Emergencia va a salir rápidamente”, manifestó el dirigente y confirmó que el lunes se reunirán con la secretaria general de la Gobernación, Carolina Vargas Aignasse, para canalizar las medidas necesarias y avanzar “en una solución rápida y concreta”:
Fara dijo que la declaración de la Emergencia “traerá alivio para los productores”, que, según estimó la entidad, soportaron pérdidas superiores al 50% en la producción de caña a causa de las heladas y la sequía del año pasado. “Ahora esperamos que el clima acompañe y tengamos una producción acorde. Venimos de sufrir serias consecuencias para la actividad a causa de las malas políticas del sector industrial, que llevaron a muchos productores a una situación de quiebra”, agregó.
El titular de UCIT respaldó el gesto político que tuvo el Gobierno con el sector citrícola al darle un trámite expeditivo al pedido que habían formulado para que se declare la Emergencia, que otorga beneficios impositivos por un año. “Está bien (que se adopten estas medidas), porque todas las actividades agropecuarias, principalmente las que son regionales, necesitan de un apoyo en esta situación difícil para tener un pequeño alivio y encarar la zafra con mejores expectativas”, razonó.
Fara sostuvo que para que la actividad azúcar es clave “que haya un buen precio” y, al respecto, advirtió que los cañeros rechazan “el acuerdo de la industria con el Gobierno por el fraccionamiento Moreno, por el cual el año pasado a los productores se les pagó $ 1,25 por kilo y los ingenios vendieron a mayor precio”.
A propósito, opinó que “tiene que haber una nueva discusión entre cañeros e industriales, para que la actividad no siga concentrada en unas pocas manos” y haya una mejor distribución de las ganancias en el sector. “El año pasado hubo protestas serias y las estamos pagando a las consecuencias, porque en este momento, en el que mejoró el precio del producto, los cañeros medianos y chicos no tenemos un sólo kilo de azúcar para vender”, graficó.
Según el referente de UCIT, se deben adoptar las medidas necesarias para que no decaiga el precio interno del dulce producto. “No podemos comparar un kilo de yerba, que cuesta $ 50, con un kilo de azúcar, que hoy se vende a $ 7, porque es algo irrisorio si se tiene en cuenta el efecto multiplicador que genera en la economía la industria azucarera en comparación con otras”, argumentó.
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