En medio de la recesión y la caída generalizada en las ventas minoristas, el comercio ilegal sigue expandiéndose en el país. En los últimos seis meses, la cantidad de vendedores irregulares creció 11,4 por ciento, aumentando entonces la oferta de mercadería ilícita y generando un mayor desplazamiento del consumo desde el sector formal al informal.

De esta manera surge del último relevamiento realizado por CAME en 455 ciudades de las 24 jurisdicciones.

En agosto se detectaron un récord de 656 saladitas en 109 ciudades de la Argentina con 61.721 vendedores. Y en las centenares de urbes recorridas se encontraron 27.070 manteros, de los cuales el 77,3 por ciento estaban ubicadas en las localidades con saladitas que, sumados a los vendedores de esos predios, dejan un total de 88.791 comerciantes informales en el país en sus diferentes modalidades.

Sobre esas cifras, se estima que la venta ilegal al público alcanzó los 5.557 millones de pesos en agosto y rondará los 66.700 pesos millones en todo 2016.

En tanto, la Ciudad aún se postula como el distrito más afectado por la informalidad en agosto, con 12.076 puestos.

Seguido a la capital porteña, con mayor número de informalidad comercial se postula Lomas de Zamora, San Salvador de Jujuy, La Plata, La Matanza y Florencio Varela. Allí se concentró la mitad de los puestos clandestinos detectados en las 455 urbes relevadas.

Igual, cabe resaltar que la cantidad de vendedores informales se redujo en 851 tiendas en los últimos seis meses debido, en “buena medida”, a los mayores controles que implementó la Ciudad, especialmente en la venta en la vía pública.

De igual forma, se disminuyó el número de saladitas: de las 134 que había en febrero se bajó a 131 en agosto. Si se compara contra agosto del año pasado, hubo 1.520 puestos menos, en especial en la modalidad mantero, que es donde más viene trabajando el gobierno local para erradicar.