Schiaretti: del "plan cemento" a un austero programa de obras

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Obligado por las circunstancias, el gobernador avanzará con esquema de obras específicas para Córdoba pero que lejos quedará de aquel ambicioso plan que lo catapultó a su tercer mandato.

"Pese a la pandemia y la crisis económica, Córdoba sigue haciendo las obras que son clave para su progreso" decía el gobernador Juan Schiaretti allá por julio pasado al anunciar el plan de obras de 210 millones de pesos para continuar con la construcción del tercer carril en avenida Circunvalación y sus puentes.

Justamente ese es uno de los dos grandes proyectos de infraestructura que tiene previsto ejecutar la Provincia durante los próximos tres años, junto a la autovía de la ruta 38 que atravesará por el Valle de Punilla. Para este último, el gobierno prevé utilizar un crédito de la Corporación Andina de Fomento.

Muy lejos quedará esta tercera gestión de Hacemos por Córdoba de aquel ambicioso programa desarrollado en el periodo pasado, calificado -según las propias palabras del mandatario- como el mayor plan de obra pública de la historia, con una inversión de 5.595 millones de dólares.

Gasoductos troncales con obras viales e hídricas; construcción de escuelas, hospitales y viviendas; y desarrollo de infraestructura productiva y social, fueron algunos de los pilares que marcaron la gestión 2015-2019 del peronismo cordobés.

Ese "plan cemento" de Schiaretti fue su mejor campaña para la reelección que, junto a condimentos políticos como la fractura de Juntos por el Cambio, resultaron un combo electoral imbatible. El 12 de mayo de 2019 el cordobés obtenía en las urnas la mejor marca de todas las gestiones peronistas: 54% de los votos.

Sin embargo, como buen administrador, el titular del Ejecutivo cordobés sabía que, en un contexto marcado por la fuerte crisis económica y financiera del país, su última gestión no sería igual y que llegaría entonces el tiempo de gestionar escasez.

De hecho, en la apertura de sesiones del periodo legislativo de este año trazó lineamientos muy austeros para su plan de gobierno y sí, en cambio, hizo hincapié en la necesidad de promocionar la economía del conocimiento en Córdoba.

Sin embargo, después llegó la pandemia que golpeó de manera inesperada a todos los Ejecutivos, sin que el gobernador que quiere ser recordado como el gran hacedor de obras, pueda esquivarles a las consecuencias.

Por más que desde lo discusivo Schiaretti insista en que Córdoba progresa pese a todo, la profundización de la crisis económica general y la situación particular de la provincia, con una prohibitiva deuda en dólares que intenta renegociar, obligó a su equipo de gobierno a recalibrar la estrategia en materia de infraestructura. Córdoba avanzará entonces con obras muy específicas pero que lejos estarán de aquellas de alto impacto y visibilidad asegurada como fueron las ejecutadas hasta el año pasado. 

En cambio, se espera una fuerte inversión de la Nación en la provincia mediterránea según ya anticipó el cordobés Martín Gill, intendente de Villa María en uso de licencia y viceministro de Obras Públicas de la Nación. De hecho, desde esa cartera apuntaron que, por ejemplo, los trabajos más importantes de cloacas del país se están ejecutando en Córdoba, entre ellos, se menciona la planta depuradora de Bajo Grande en la ciudad Capital con un presupuesto de 7.700 millones de pesos, y las plantas de Río Cuarto con una inversión de 500 millones pesos y para San Francisco, con 400 millones.

Hace unos días, el funcionario nacional anunció un plan de obras públicas financiadas por el gobierno de Alberto Fernández por 12 mil millones de pesos para el departamento Río Cuarto y la ciudad de Villa María, mientras que en materia vial se priorizará, entre otros proyectos, la concreción de la autopista Córdoba -San Francisco. 

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