Jujuy.- Sara Murad, presa política de la última dictadura durante siete años, dijo hoy al Tribunal Oral Federal de Jujuy que "el día que se llevaron a las compañeras,también nos llevaron a nosotras", en alusión a tres detenidas-desaparecidas con las que estuvo en el penal de Villa Gorriti.
Entre mayo de 1975 a diciembre de 1982, Murad pasó por las cárceles de Buen Pastor, Gorriti y finalmente la de Villa Devoto, en la ciudad de Buenos Aires, donde la dictadura "blanqueaba" a prisioneros políticos como detenidos "a disposición del PEN".
Al declarar en este segundo juicio en Jujuy por delitos de lesa humanidad, la testigo recordó con claridad la llegada de Dominga, Juana y María Alicia a Gorriti, todas "golpeadas" y que les "prohibieron hablar con ellas".
Luego, la celadora Raquel Temer y otra de apellido Burgos permitieron que se acercaran a ellas, cuando Dominga les dijo que estaba "hecha pelota" y supieron que a "Alicia le había reventado el oído a golpes" durante la tortura. "Con Juana hablé poco, tenía las piernas moradas", relató Sara al Tribunal integrado por Fátima Ruiz López, Daniel Morín, Federico Díaz y, como cuarto juez, Marcelo Juárez Almaraz.
En noches subsiguientes las víctimas eran sacadas de las celdas, a las que retornaban en la madrugada, en operativos que realizaba el comisario Ernesto Jaig junto con otros policías.
El 10 de junio, las tres detenidas fueron nombradas una por una, sacadas de las celdas y "no volvieron jamás", contó Murad y añadió que la agente penitenciaria Temer dijo que se las había llevado el comisario Jaig. "El día que se llevaron a las compañeras, también nos llevaron a nosotras. Teníamos la sensación de que eran dueños de nuestras vidas", dijo Murad y precisó que los guardiacárceles Carlos Ortiz, Ricardo Ortiz y Néstor Singh eran los que más frecuentaban el pabellón de presas políticas.
En la prisión de Gorriti, también vio llegar como detenidas a la dirigente gremial docente Marina Vilte y a Eva Garrido de Juárez, ambas desaparecidas, y compartió el pabellón con Dora Weisz, esposa de Jorge Weisz, desaparecido desde el penal de Gorriti. La hija de los Weiss nacida en cautiverio, de nombre Libertad y apodada "Poti", salía con su madre al pasillo a caminar y en una oportunidad llegó otra mujer, en apariencia norteña, con su hijo y "Poti no paraba de llorar", porque por "primera vez que vio a un niño", dijo Murad.
La testigo mencionó también a otros desaparecidos que pasaron por la cárcel de Gorriti y detalló las condiciones de detención que imperaban en esa cárcel de San Salvador de Jujuy durante la dictadura. Un día fue llevada a la delegación jujeña de la Policía Federal, donde un oficial de apellido Agüero le dijo que iba a ser juzgada por un supuesto tribunal donde el "Ejército era el juez, la Policía provincial los acusadores y la Federal los defensores". "Vas a estar detenida por 10 años o te matamos", le dijo Agüero junto a un comisario, aunque "por suerte fueron siete años y tuvieron que darme la libertad", relató. "El objetivo era "destruirnos como seres humanos, destruir nuestra solidaridad", añadió. "Ojalá que podamos avanzar en esto para que algún día nos puedan decir donde están los cuerpos" y Eublogia Garnica, de más de 80 años, pueda saber donde están sus dos hijos desaparecidos, expresó Murad como deseo antes de concluir su declaración testimonial.
En la misma audiencia, el guardiacárcel Mario José Cartagena declaró que los hermanos Ortiz, además de pertenecer al Servicio Penitenciario provincial, integraban el Servicio de Inteligencia del Ejército y eran "capos del pabellón" de presos políticos.
Sobre los también imputados Gutiérrez y Zárate, confirmó que integraban un "grupo de tareas que iba a detener a personas" junto a Eduardo Bulgheroni, represor condenado a cadena perpetua en el primer juicio de lesa humanidad realizado en Jujuy. Cartagena admitió que en el penal de Gorriti regía un trato "indigno para los presos políticos y los guardiacárceles", pero cuando le mostraron fotografías de presos políticos no identificó a ninguno.
En el juicio los homicidios de los desaparecidos Osvaldo José Giribaldi, Dominga Alvarez de Scurta, María Alicia del Valle Ranzoni, Juana Francisca Torres Cabrera, Pedro Eduardo Torres Cabrera, Jaime Lara y Jorge Turk Llapur.
Están acusados por estos crímenes Antonio Orlando Vargas, oficial del Ejército que fue interventor de la cárcel de Gorriti; el suboficial César Darío Díaz, de la misma fuerza, y los ex agentes penitenciarios Herminio Zárate, Mario Marcelo Gutiérrez, Carlos Alberto Ortiz y Orlando Ricardo Ortiz.
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