Santa Fe es una provincia con un claro perfil exportador. Sus ventas externas representan aproximadamente el 21% de las totales del país, siendo las exportaciones per cápita dos veces y media mayores al promedio nacional. El 65% de sus ventas al mundo están ligadas al complejo sojero, lo que la convierte en una de las provincias que más contribuye a las arcas nacionales a través de recaudación de los derechos de exportación. En forma concreta, para 2014 la provincia de Santa Fe aportó el 33% del total recaudado por el fisco nacional por dicho tributo, lo que en términos absolutos implica una suma equivalente de 3.405 millones de dólares. 

En términos relativos a la población, cada santafesino aportó a la recaudación de este impuesto con 1.000 dólares.

Comparaciones

Otras comparaciones ilustran la importancia del aporte de la jurisdicción en materia de retenciones. Esta cifra representa la mitad del presupuesto de gastos de Santa Fe, equivale a siete veces lo que la provincia gasta en inversión real directa y a 2,5 veces la recaudación provincial por ingresos brutos, el impuesto más relevante para la provincia. También, es un 30% superior al total de erogaciones de Santa Fe por remuneraciones y triplica los egresos en prestaciones de seguridad social de la provincia. La lista podría continuar, pero estos datos bastan para dar cuenta de la importancia que tiene esta economía en la recaudación por derechos de exportación.

En otro orden, debe recordarse que la Nación reparte lo recaudado por derechos de exportación al complejo sojero a través del Fondo Federal Solidario. Específicamente, el 30% de los ingresos por este concepto son distribuidos entre las provincias bajo los mismos parámetros de la coparticipación federal de impuestos. Para 2014 Santa Fe recibió 153,6 millones de dólares por el FFS, lo que equivale tan solo al 5,3% del total de recursos aportados en retenciones de soja y sus derivados para dicho año (2.905 millones de dólares). En efecto, la contribución de Santa Fe a las finanzas nacionales por derechos de exportación, en especial los fijados para el complejo sojero, es determinante. Sin embargo, poco regresa a la provincia, lo que limita el desarrollo regional de la misma. Un desafío para la próxima administración será entonces buscar un esquema de reparto que, sin dejar de ser solidario, sea más equitativo y federal. Solo así se podrá lograr la promoción y desarrollo de las economías del interior.