Santa Fe: Aunque esté prohibido, los comerciantes decidieron unilateralmente levantar persianas

Santa Fe: Aunque esté prohibido, los comerciantes decidieron unilateralmente levantar persianas

Los comercios de la provincia que gobierna Omar Perotti ya no aguantan la imposibilidad de abrir sus negocios, que se dictó por medio de la cuarentena. “Por razones de fuerza mayor y a partir del día 10 de mayo, los ciudadanos santafesinos retomaremos nuestros trabajos”, aseguran.

Un conjunto de comerciantes santafesinos se ha organizado para hacer llegar su reclamo al presidente, Alberto Fernández, y al gobernador de la provincia, Omar Perotti, acerca de las medidas tomadas en el marco de la pandemia con respecto al aislamiento preventivo obligatorio que los ha dejado con sus persianas bajas. En este sentido, los dueños de negocios de distintos rubros que no pueden abrir sus puertas han amenazado con comenzar con la actividad a partir del domingo próximo.

En una carta que hicieron llegar a las autoridades, desesperados por los gastos que tienen ante un ingreso nulo como consecuencia de las medidas adoptadas, expresaron: “Por razones de fuerza mayor y a partir del día 10 de mayo, los ciudadanos santafesinos retomaremos nuestros trabajos y actividades con los cuidados sanitarios correspondientes, ya que necesitamos comer y alimentar nuestras familias”.

El pago de empleados, las abultadas tarifas de servicios de luz, gas y agua y los impuestos hacen que los comercios santafesinos, al igual que los del resto del país, se encuentren en jaque y deban decidir ante el peligro del contagio o el cierre por quiebra. En este contexto, lo que llamaron Liga de Comerciantes Santafesinos comentaron: “No queremos escuchar más infectólogos. Queremos escuchar también a economistas y especialistas que comparen la letalidad de este virus con otras numerosas causas de muerte y así terminar con éste monopolio del virus y de cuarentena eterna que tanto daño nos hace”.

Desde este aspecto, reflexionan en el escrito viralizado por redes sociales que “un país y la provincia más empobrecida traen numerosas consecuencias directas a la salud de los ciudadanos casi irremediables. No queremos que nos maten en la calle por un celular. No es justo que no llegue el plato de comida a todos los hogares en una provincia productora de alimentos”.

Asimismo, también la queja se enmarca en la cantidad de impuestos que se pagan con respecto a la calidad de los servicios recibidos y piden que no se aplauda más a los médicos, sino que se les dé los recursos necesarios para realizar la tarea que están llevando a cabo. “Nuestro sistema de salud está roto y tiene falencias hace muchos años. Y la culpa no es de los ciudadanos que trabajan y pagan sus impuestos. Ustedes administran los fondos del estado y lo vienen haciendo muy mal hace muchos años en nuestro país”, reza la misiva a los mandatarios.

Finalmente, cierran solicitando que “no subestimen al pueblo” y “por favor siempre recuerden que la historia revela que somos grandes luchadores por nuestros derechos”. Una clara posición que empieza incluso a visibilizarse en la grieta que hoy se menciona entre los infectólogos que temen que la caída de la economía produzca más problemas de salud en el país que la propia pandemia.

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