Si bien, Carlos Tizio, presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura había asegurado que hasta setiembre no existían pedidos de importación de vino, lo cierto es que el organismo nacional abrió el paraguas y emitió ayer la resolución 30/2016, que explica cómo deberá ser utilizado el vino a granel que ingrese al país y que se comercialice en el mercado interno.

Es que si tenemos en cuenta que en los últimos 15 días el sistema de registro del INV, SioVinos, ya muestra operaciones de vino tinto genérico entre $ 12 y $ 14 el litro, la situación de abastecimiento para las bodegas, que durante cuatro años mantuvieron los precios pagados al productor prácticamente planchados, parece complicarse. 

Varios referentes estiman que aún cuando los números no cierran todavía, las bodegas están buscando operaciones, principalmente en Chile. 

Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, estimó que “sabemos que hay bodegas que hacen consultas, pero también hay que analizar los costo para traer el vino acá. Ahora el dato más importante para el sector es que el año vitivinícola, contando desde la fecha de liberación, recién tiene 4 meses. Entonces muchos se preguntan cómo estará el mercado en dos o tres meses más”. 

El INV destaca en la resolución publicada ayer en el Boletín oficial que “los productos importados a granel, cualquiera sea su origen, deberán ingresar acompañados de antecedentes de elaboración expedido por la autoridad competente del país del cual provienen,  donde constará las variedades de uva utilizadas con la añada pertinente”.

Recuerda que la Ley General de Vinos establece que los vinos genuinos son los obtenidos por la fermentación alcohólica de la uva fresca y madura o del mosto de la uva fresca y que ningún otro líquido cualquiera sea su origen o composición, podrá designarse con el nombre de vino.

Asimismo establece que los productos que se importen, deberán poseer certificados que acrediten su genuinidad y aptitud para el consumo extendidos por oficinas autorizadas del país de origen. Su introducción estará sujeta a las mismas condiciones exigidas para la libre circulación de los vinos nacionales.

Además estima que teniendo en cuenta que los productos importados pueden ingresar a nuestro país ya sea fraccionados o a granel, corresponde para este último caso, tomar los recaudos de control correspondientes, atento a las distintas operaciones técnicas a que son sometidos estos productos desde el establecimiento elaborador, incluyendo su transporte en grandes contenedores, hasta el fraccionamiento y acondicionamiento final para su comercialización.

 

Diversificación: hoy se reúne la mesa vitivinícola

Hoy en la Casa de Gobierno se reúne nuevamente la mesa vitivinícola. Se trata de un espacio de discusión que abrió la administración de Cornejo, con la idea de trabajar temas claves para el sector y en donde participan todas las entidades de la provincia. 

Según confirmaron desde el Ministerio de Economía, hoy se presentará un mapa de la provincia en donde se podrá analizar, región por región, cuáles han sido para la producción vitivinícola las zonas más afectadas por las heladas de setiembre.

Además se seguirá con la ronda de presentaciones de propuestas para diversificación de uvas. En este caso, se espera la presentación de Bodegas de Argentina y de las entidades de la zona Este.

La provincia confirmó  que con el estudio y discusión de estos documentos, se dará por finalizada la ronda de consultas referidas al Acuerdo Mendoza-San Juan. Mientras que en una segunda etapa se buscará consensuar y unificar la propuesta para ser elevada a San Juan, como base para lograr un entendimiento.

Desde el Este, se estima que presentarían una propuesta conjunta, todas las entidades, que va encolumnada tras el proyecto de ley elaborado por el diputado de Rivadavia, Ricardo Mansur.  

Se sabe que este proyecto contaría con el aval de los intendentes y que propone la derogación de la Ley 6216 y en su lugar plantea una nueva Ley de diversificación mixta de uvas, que le otorga la posibilidad al productor de cumplir con el porcentaje de diversificación que fije anualmente el Gobierno provincial, optando por uno o varios productos que se ajusten a sus posibilidades y conveniencia.