En esta oportunidad, la Legisladora solicitó por nota al Ministerio de Producción rionegrino conocer sobre eventuales estudios de planificación de desmontes para la infraestructura de cultivos en el marco del anunciado convenio y la misiva fue dirigida al Ministro de Producción, Juan Accatino.

A su vez, en Noviembre del año pasado, la parlamentaria, elevó a través de la Legislatura, un Pedido de Informes sobre las cláusulas y previsiones de los efectos del contrato, planes de manejo de las tierras afectadas e impactos ambientales.

Muy acertada en sus conceptos la diputada declaró: “La experiencia con el cultivo sojero tiene antecedentes nefastos para lo ambiental, la salud de la población y para la economía regional. Además el Gobierno Provincial no ha difundido los términos de este contrato ni sus condiciones a la ciudadanía rionegrina”.

Además del daño ambiental que implica la tala de bosques para extender aún más la frontera sojera, cabe recordar que para que el cultivo se desarrolle es precisa la fumigación con glifosato ya que la semilla está especialmente diseñada para que sea vendida en combo con el mortal producto de Monsanto.

El glifosato (RoundUp Ready Monsanto) se asocia con reducción de la fertilidad y abortos espontáneos, aumento en la incidencia de aparición de defectos de nacimiento y de anormalidades en el desarrollo, alergias, leucemia y otros tipos de cáncer. Un estudio del Conicet certifica estas consecuencias alarmantes además de otros tantos a escala mundial.

Los desmontes sumados a la fumigación estarían sentenciando a muerte a uno de los pocos espacios de naturaleza virgen que quedan en el país. Que Saiz reaccione, que deje de lucrar con el futuro de los rionegrinos. Y que no nos meta un cuento chino.