“Quiero que se haga justicia por la muerte de mi hijo”

“Quiero que se haga justicia por la muerte de mi hijo”
San Juan.- La madre de Julio Gutiérrez, Laura Lucero, pide que la muerte de su hijo no quede impune. A su vez, destacó que Julito era una gran persona y que tenía toda una vida por delante.
Días antes de que se cumpla un año por el fallecimiento de Julio Gutiérrez, Diario El Zonda dialogó con su madre para interiorizarse sobre el estado de la causa y la situación actual de la familia, luego de la dolorosa pérdida.

¿A dónde iba Julio esa tarde?

Iba a pintar su departamento que estaba en Angaco, que era donde iba a vivir y siempre andaba por esa zona por donde ocurrió el accidente porque decía que había más luz y era más seguro.

Julito estaba proyectando su casamiento, que era el 8 de octubre del 2011. Ya tenía todo preparado, incluso esa misma tarde su novia lo llamó y él le dijo que estaba yendo para el departamento y que ya tenía lista las invitaciones para entregarlas a los invitados.

A los pocos minutos, su novia nos llamó porque no llegaba y ahí fue cuando nos enteramos que había sufrido un accidente.

¿Llevaba el casco puesto?

Sí, siempre llevaba el casco puesto. Yo les enseñé a todos mis hijos que siempre anduvieran por la vida por el lado correcto. El tenía su seguro contra terceros, sus papeles al día, tenía todo lo que hace falta para circular en moto.

Por eso yo quiero que se haga justicia, porque Julio era un hombre de bien.

¿Cree que los conductores que remolcaban el carro panchero tuvieron la culpa?

Yo se que fue un accidente, pero también que hubo una negligencia total, porque yo he visto otros carros pancheros y tanto las camionetas como los carros tienen unos hermosos pistones que encajan perfectamente, haciéndose casi imposible que se salga. Pero el rastrojero que llevaba aquel carro era un desastre, no tenía ni pistón, estaba atado con una cadena y ahí es cuando digo que es una total negligencia por parte del conductores.

Según la Policía, si Julito hubiera ido más rápido se salvaba, aunque para mí hubiera ocurrido lo mismo. Hoy en día, yo lo veo a mi hijo volar en el aire, mi hijo murió como un perro en una ruta.

No solamente mataron a mi hijo, sino también a su novia, a su padre, a mí y a sus hermanas.

¿Cómo actuaron los conductores de la camioneta?

No tuvieron un buen proceder, porque cuando uno comete un error tan grave y te querés hacer cargo, te presentás de frente, no escondiéndote. Hubiera sido mejor que el chico me pidiera disculpas.

Según el testimonio de la persona que venía detrás, los muchachos quisieron irse al ver semejante hecho, pero algunos autos que transitaban por la ruta se lo impidieron, cerrándoles el paso.

Yo considero que en este hecho también hubo abandono de persona, ya que si esto hubiera sucedido de madrugada lo habríamos encontrado tirado en el asfalto.

¿Hubo testigos?

Si, hay gente. Un señor que venía en un auto detrás de éstos chicos y una señora que vive por esas inmediaciones, pero a medida que pasa el tiempo es peor porque los testigos se van alejando o borrando.

¿Cómo está la causa actualmente?

Yo busqué hasta el abogado de la señorita Archerito, pero nadie quizo llevarme el caso no se porqué. Después de tantas idas y vueltas con los abogados pudimos conseguir uno, pero no se ha hecho una gran investigación, no hay grandes avances en el tema y esto me llama la atención.

Si la causa no avanza, tendremos que resignarnos y sumarlo como otro número más de los muertos por accidentes de tránsito.

¿Piensa que hubo irregularidades en la causa?

Sí, porque todos los que estuvieron presentes en el lugar aseveraron que los que iban eran menores de edad, el que iba de acompañante es el hijo del dueño del carro panchero.

Por otra parte, el señor Héctor Gustavo Díaz que está imputado por esta causa, no tengo ni la más mínima idea de dónde salió, no se quién es.

¿A qué se dedicaba Julio?

Mi hijo era profesor de historia, daba algunas horas como suplente en el colegio Provincial de Trinidad, en la Agrotécnica de Zonda y en el colegio Nacional. Se había puesto como meta tener aunque sea dos horas interinas y poder quedar de forma permanente.

Además hizo varios congresos, fue a Chile, a Paraguay, aprendió idiomas como el alemán, francés, se perfeccionaba constantemente. En el 2010 él inauguró el congreso de Sarmiento, acá en San Juan, para mí era un orgullo. También trabajaba con la ministra de Educación en un proyecto con los pueblos originarios, Rosita Ferrer era su jefa.

¿Cómo era él?

Mi hijo era un gordito bonachón, era muy sensible. Estaba gozando de su vida, de su futuro casamiento, de la construcción de su casa.

Era una persona sencilla, muy luchadora y le gustaba progresar. En vez de comprarse ropa, se compraba libros y ese es el tesoro más grande que tengo de él actualmente.

La mejor forma de describir a mi hermano se dio en su sepelio porque no paraba de entrar gente, había una fila de jóvenes de entre 16 y 17 que aplaudieron el cajón constantemente y eso no se lo gana cualquiera. Esa imagen te emocionaba.

El si se podía sacar todo lo que tenía para dártelo, lo hacía. Yo digo que Dios se lo quiso llevar, porque creo que esa gente tan buena se necesita arriba, no acá abajo.

¿Cómo se encuentra la familia hoy en día?

El viernes 3 de agosto mi hijo cumplió once meses de fallecido y todo pasó muy rápido. Mi marido está destrozado, imagínese que era el único hijo varón, la verdad no le hallamos explicación. Estamos con mucha impotencia. NF

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