En la mañana de este miércoles, los vecinos y comerciantes de Puerto Madero se sorprendieron al encontrar un grupo de activistas de Greenpeace colgados peligrosamente del Puente de la Mujer para protestar en favor del cuidado de los bosques nativos.

La campaña, que además se replicó en las redes sociales, se conoce como “#EsUnCrimen” ya que intenta generar conciencia y dejar en claro que destruir bosques en Argentina es un delito y debe ser penalizado.

“Desmontes e incendios forestales intencionales arrasan con nuestros últimos bosques nativos, y provocan inundaciones cada vez más perjudiciales. Lamentablemente en Argentina estos crímenes contra la naturaleza no tienen condena: quedan completamente impunes o simplemente se les cobra una multa insignificante. Sumá tu apoyo para que la destrucción de bosques se convierta en un delito penal, se condene a los funcionarios que otorguen permisos de desmonte en zonas protegidas y se obligue a los culpables a reforestar” marcaron desde Greenpeace al abrir la campaña.

Los activistas invitan a contribuir con firmas, con el objetivo de que en Argentina la destrucción de bosques sea considerada un crimen.

Las firmas de la petición, en donde también se encuentra más información del tema puede leerse en la web deGreenpeace.org.