Proyecto para tratar lomos de burro

Proyecto para tratar lomos de burro

Un proyecto de ordenanza exige que se adecúen en el término de un año los lomos de burro existentes a formatos avalados por expertos en seguridad vial.

 El escrito también solicita que se construyan rampas para las personas con discapacidad motriz y sendas peatonales en los principales accesos a las localidades.

El proyecto, que se denomina plan de “Seguridad Vial por la Vida”, fue presentado por el titular del bloque 23 de Febrero, Adrián Maciel, que apunta a reducir los accidentes de tránsito y fomentar la educación vial.

Según el informe en el que el edil cita consultas al Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI), los lomos de burros actuales son “inseguros, inadecuados y dañinos”. En ese sentido, pide que se reemplacen por los reductores de velocidad denominados “mesetas”.

El artículo dos del proyecto describe: “Deberán estar ubicados en forma transversal al desplazamiento de los vehículos, con una elevación no mayor a diez centímetros y una longitud total de cuatro metros”, al mismo tiempo remarca que “la superficie central debe ser corrugada de dos metros de ancho, con pendiente ascendiente y descendiente de la rampa de un metro cada una,  abarcando el ancho total de la calzada”.

En tanto, el mismo punto del proyecto pide que el reductor sea señalizado, con una línea blanca de frenado de cuarenta centímetros de ancho, a cinco metros de distancia. La idea es que los conductores reduzcan la velocidad antes de llegar.  Al mismo tiempo, el expediente pide prohibir la colocación de “lomos de burro del tipo bump” que son los que actualmente se construyen en el distrito.

 

 

Lapso

Según el proyecto de ordenanza que deberá debatirse en el Honorable Concejo Deliberante (HCD), el Municipio tendrá un año para reemplazar los lomos de burro por reductores de velocidad mesetas, en unos 50 lugares de todo el distrito, los que detalla. Mientras que deberá cumplir con la totalidad en todo el distrito en 24 meses.

En tanto, exige que además se cumpla en todas las localidades con la demarcación de sendas peatonales, señalización vial y construcción de rampas para personas con dificultades motrices. Ya que asegura que solo se ven en el centro de Pilar y no en los centros comerciales o calles asfaltadas del resto de las localidades.

Mientras que solicita a la comuna a “exhortar a los vecinos a respetar las señales de tránsito”, tanto a peatones, como automovilistas.

En tanto pide que se coloque la señalización horizontal necesaria y que se priorice las inmediaciones de los establecimientos educativos, incentivando a que los estudiantes participen del proceso de señalización, con el fin de fomentar la educación vial entre los más chicos.

Finalmente el proyecto de ordenanza pide que el área municipal correspondiente entregue a la Comisión de Transporte un mapa con las rampas, sendas peatonales, señalización y lomos de burros actuales y comunique los cambios a medida que sean realizados.  

 

El dato

El proyecto “Seguridad Vial por la Vida”, señala que según las estadísticas de los Bomberos Voluntarios de Pilar, se registraron en el distrito un total de 80 accidentes viales en el año 2013, 170 en 2014 y 30 en lo que va de este año, con un alto índice de fatalidad.

 

Hasta en calles de tierra

Variedad de formatos para todos los gustos

Actualmente el distrito está minado de lomos de burro por donde se lo mire. Curiosamente, no solo se encuentran en las calles con asfaltos, sino que se observan en muchas calles de tierra.

Los formatos no están regulados y existe una gran variedad de tamaños y estilos altos, bajos, anchos, angostos, pintados, sin señalizar, plásticos, hechos con el mismo material caliente de asfalto, de tierra, piedras y hasta de concreto.

Desde el Municipio aseguran que los lomos de burros son pedidos por los vecinos y remarcan que los construidos por la Comuna son de 80 centímetros de ancho y 6 de alto.

Para los conductores son una plaga dañina, que solo generan roturas en los vehículos, mientras que en los barrios son fabricados en forma casera para evitar que los rodados circulen a alta velocidad en lugares donde juegan los chicos, así como también para que no levanten polvo en las calles de tierra.

Muchos de los lomos de burro que planta el Municipio, tienen un efecto contraproducente al mismo asfalto, ya que por su altura y espesor, hacen que los vehículos de gran porte, como es el caso de los colectivos, rompan la calzada al pasarlos, con el rebote de su peso. Por lo que termina siendo peor el remedio que la enfermedad. 

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