Pronunciada baja en la venta de antigripales y kits anticoronavirus

La caída global en la demanda de medicamentos con respecto a la precuarentena se sostiene en un 10 por ciento. Terminó el furor por el alcohol en gel, guantes y barbijos. Subió un poco la demanda de ansiolíticos y psicotrópicos.

Antigripales, expectorantes y gotas nasales tuvieron menos venta en las farmacias con respecto al año pasado. Según números nacionales, se vendieron 8 millones menos de unidades. Desde el colegio farmacéutico bonaerense aseguran que esa tendencia es similar en la provincia. Los farmacéuticos platenses también mencionan que bajaron las ventas y se acabó el furor por los elementos anti Covid-19. A su vez, aumentó la dispensa de ansiolíticos, para contrarrestar el insomnio, vitaminas y adelgazantes. En tanto, se mantuvieron los números en la venta de medicamentos vinculados a los tratamientos crónicos.

En la nueva realidad del sector, las farmacias de barrio ganaron terreno y tienen menos movimiento las que están en el centro de la Ciudad, en los denominados corredores de paso, por la falta de actividad en la administración pública, baja en la actividad comercial en general y el aumento del teletrabajo en distintas empresas, situación que generó un movimiento menor en las calles.

Según Isabel Reinoso, presidenta del colegio de Farmacéuticos de la provincia de Buenos Aires, la baja en la venta de medicamentos con respecto a la prepandemia se sostiene en un 10 por ciento.

En una semana se cumplirán siete meses de cuarentena y los farmacéuticos comprueban que hay cambios en los hábitos de los clientes.

Fabián Marcelo García tiene su farmacia en Gonnet. Asegura que “por la pandemia empezamos a conocer a los hijos de los clientes habituales. Como tuvieron que guardar aislamiento por ser personas de riesgo, sus hijos comenzaron a realizar las gestiones y las compras. Muchas familias se comunican vía WhatsApp con el médico, los profesionales pasan las recetas electrónicas por esa vía y no todos entienden los nuevos mecanismos”.

“Fue notable el aumento de la venta de ansiolíticos y de pastillas para luchar contra el insomnio. También las psiquiátricas. Esto, creemos, pudo haber sido producto de la ansiedad, el encierro y el cambio de rutina”, agregó el profesional, ex presidente del colegio de Farmacéuticos de La Plata.

Por su parte, Marcelo Sánchez, propietario de una farmacia en la zona del barrio Parque San Martín, remarcó que “con la cuarentena empezaron a tener mayor fuerza los comercios de proximidad y en ese cambio también entramos las farmacias de barrio”.

“Tuvimos muy poca prevalencia de venta de medicamentos por enfermedades respiratorias, jarabes para la tos o antigripales. Los trastornos que trajo el aislamiento social preventivo obligatorio (Aspo) generaron el aumento de la dispensa de psicotrópicos”, añadió el farmacéutico.

En las farmacias consultadas también marcaron que la demanda de los elementos anti Covid-19 fue disminuyendo con el correr de los meses.

“Ahora estamos en un porcentaje mucho menor de lo que se vendió en abril”, refiriéndose al alcohol en gel, aerosoles, guantes y barbijos, entre otros elementos. “Si tomamos como referencia enero o febrero, donde nadie hablaba de la pandemia en Argentina, estamos sólo un 10 por ciento más de lo que se vendía en los dos primeros meses del año. Muy poco si se toma como parámetro fines de marzo o abril, cuando estaba el pico de la demanda por estos elementos que se iban de las manos, que se vendían en cualquier envase y la gente se los llevaba sin pausa”, explica otro farmacéutico consultado por este diario.

“Los medicamentos para enfermedades crónicas –diabetes, hipotiroidismo, hipertensión, cardiológicas- se mantuvieron con el paso del tiempo, porque los pacientes o sus familiares tuvieron contacto con el médico y eso no se cortó porque muchas obras sociales se adaptaron a la nueva realidad. Se aceptaron nuevas recetas electrónicas y tanto médicos como pacientes y obras sociales se fueron acomodando a la nueva realidad”, indicó Alejandra Gómez, presidenta del colegio de Farmacéuticos de La Plata.

La profesional remarcó también que “se sostuvo la venta con recetas por obras sociales por sobre las ventas con dinero en efectivo. Por eso para nosotros es vital que las obras sociales cumplan con los pagos en término, que no haya demoras, porque eso implicaría que a la hora de volver a comprar para sostener el stock de medicamentos lo hacemos con menos dinero porque a raíz de la inflación los fondos se licúan si las obras sociales demoran demasiado los pagos”.

El farmacéutico García, remarcó que con el “paso del tiempo, lo que es venta libre bajó bastante porque la gente no tiene tanto efectivo, por diferentes razones, y la mayoría de las cosas que llevan es con recetas, que tienen 40 o 50 por ciento de descuento, o mayor porcentaje en algunos casos y la gente busca cuidarse en todo, lo que es muy razonable”.

Coincidieron distintos farmacéuticos que PAMI, una de las obras sociales con las que más trabajan, prácticamente no ha registrado atrasos en los pagos. Si hubo algunas demoras en los pagos de IOMA, pero “no fueron muy extensos los plazos”, resaltan.

“De todos modos, siempre hay que estar detrás de esos temas porque las obras sociales representan un gran porcentaje de las ventas en las farmacias”, resaltó Gómez, titular del colegio de Farmacéuticos local.

Por otra parte, se indicó que “las farmacias que están ubicadas en zonas con buen poder adquisitivo se vio un aumento de la venta de productos de cosmética”, un dato que llamó la atención de algunos profesionales que hablaron con este diario.

Lo que viven los farmacéuticos de la Ciudad también lo atraviesan los colegas en distintos puntos del país.

Por ejemplo, el Colegio de Farmacéuticos de Córdoba (CFC) informó que “en el promedio total, la venta de medicamentos cayó 9 por ciento desde el inicio de la pandemia”.

“Se vendieron menos medicamentos por enfermedades respiratorias, tos y antigripales”

Asimismo se señaló que “sólo en tres categorías de medicamentos se mantuvieron los niveles de ventas, que son aquellos relacionados a la tensión arterial, los tratamientos para diabéticos y los hormonales”.

Como ocurre en La P lata y la provincia de Buenos Aires, en el interior del país en lo que va de la emergencia sanitaria por elCovid-19 los medicamentos relacionados con el sistema nervioso central “aumentaron un 4 por ciento en cantidad de unidades venidadas ya que cuando se habilitó el sistema de receta virtual, la mayor cantidad de consultas fueron sobre estrés, ansiedad y depresión”.

PAULATINO RETORNO A LA NORMALIDAD

Según cuentan en las farmacias platenses, lentamente se van retomando las consultas con los médicos por los controles habituales, más allá de las enfermedades crónicas y de riesgo.

“Es paulatino el regreso a los controles que se hace la población por distintas enfermedades, más allá de los controles en las enfermedades de riesgo de comorbilidad por el Covid-19”, remarcó uno de los profesionales que habló con este diario.

En los primeros meses de la cuarentena, desde el colegio de Farmacéuticos de la provincia de Buenos Aires se vinculó la disminución de la venta de medicamentos a “cuestiones económicas y no tanto a las restricciones de circulación que implicó el aislamiento en sí”

Subieron las ventas de ansiolíticos, psicotrópicos y medicamentos psiquiátricos

 

Despues de un enero y febrero relativamente tranquilo, en marzo, cuando la cuarentena comenzó a percibirse como una amenaza más cercana, las ventas la farmacia tuvieron una suba de un 500 por ciento, fundamentalmente por el stockeo de insumos anti pandemia (alcohol en gel y otros higienizantes), analgésicos y vitaminas. Pero desde el 20 de marzo, cuando comenzó la cuarentena obligatoria, en la etapa más restrictiva, las ventas cayeron.

Más acá en el tiempo, según remarcó Gómez, titular del colegio de farmacéuticos local, “en septiembre se acentuó la baja en la venta de medicamentos. Ya en agosto había bajado, pero el mes pasado la disminución fue más pronunciada. Aún no tenemos los números, pero en los mostradores se pudo percibir que hubo menos movimiento”, y eso provoca cierta preocupación en el sector, no sólo por una cuestión económica, sino por motivos sanitarios.

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