Prisión perpetua para el ex baterista de Callejeros por matar a su esposa

Prisión perpetua para el ex baterista de Callejeros por matar a su esposa
La Cámara de Casación entendió que Eduardo Vásquez no actuó bajo emoción violenta, atenuante tenido en cuenta por jueces en la sentencia de primera instancia
El 14 de junio de 2012, el ex baterista de Callejeros Eduardo Vásquez fue condenado a 18 años de cárcel por el homicidio de su esposa, Wanda Taddei. El tribunal que lo juzgó entendió entonces, como atenuante, que el acusado había actuado bajo emoción violenta. Quince meses después, al analizar las apelaciones presentadas por las partes, la Cámara de Casación Penal agravó la pena y lo sentenció a prisión perpetua.

Así lo informaron fuentes judiciales a LA NACION. La decisión fue de la Sala IV de la Cámara, integrada por los jueces Juan Carlos Gemignani, Mariano Hernán Borinsky y Gustavo Hornos.

Los camaristas rechazaron los planteos presentados por la defensa de Vásquez, que había solicitado una serie de nulidades e impugnaciones, y, como pedían la querella y el Ministerio Público Fiscal (en esta instancia, representado por el fiscal general Raúl Pleé), condenaron al músico a la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio agravado por el vínculo.

Para los jueces de la Casación federal, según consta en la sentencia -publicada en el Centro de Información Judicial de la Corte, CIJ, el baterista tuvo intención de causarle la muerte a su mujer.

Taddei, de 29 años y madre de dos hijos, quedó internada en gravísimo estado por las extendidas quemaduras que sufrió el 10 de febrero de 2010 después de una pelea con su esposo en la que resultó rociada con alcohol. La mujer murió once días después del hecho.

Durante su alegato en el juicio, que estuvo a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 20, el fiscal Oscar Ciruzzi había solicitado la pena de prisión perpetua. La querella, representada por el abogado Leonardo Rombolá, había pedido reclusión perpetua.

Tras el fallo del TOC N° 20, Ciruzzi adelantó que apelaría la sentencia porque "Vásquez conocía lo que hacía, sabía el resultado y no estaba alterado para hacer lo que hizo".

"Las pruebas obtenidas han descartado que tanto el derrame de alcohol como el posterior inicio de la deflagración puedan tener origen en una conducta menos que dolosa: lo primero, en virtud de que ha quedado demostrado más allá de cualquier duda razonable que Taddei se encontraba sentada al momento de recibir el líquido en su cuerpo -por lo que mal pudo haber sido quien inició la agresión- y que, en cualquier caso, Vásquez dominó en todo tiempo la manera en la que éste [el combustible] salió de su recipiente. No se explica, de otro modo, cómo la víctima recibió el alcohol del modo en que la autopsia y los demás elementos concordantes revelan que lo hizo", sostuvo el juez Hornos en su voto.

MANIPULACIÓN

El camarista agregó: "Con relación al inicio del foco ígneo, por su parte, ciertamente es la manipulación del encendedor encontrado en la escena del hecho lo único que puede dar cuenta de ello. Se trata pues, en ambos extremos, de dos conductas -derramar alcohol y acercar la llama de un encendedor- que, en el concreto contexto probatorio analizado, no pueden haber sido llevadas a cabo por un automatismo ni por una conducta imprudente por parte de Vásquez".

Sobre este punto, su colega Borinsky opinó: "La actividad cumplida por el imputado, al derramar una considerable cantidad de alcohol sobre el cuerpo de su esposa y generar deflagración con un encendedor, habla a las claras del conocimiento y voluntad realizadora de Vásquez de provocarle la muerte a su cónyuge por un foco ígneo".

Sobre la emoción violenta, Hornos sostuvo: "La idea misma de un arrebato psicológico capaz de reducir la capacidad de Vásquez de controlar sus acciones resulta contradictoria con el despliegue de una conducta que no fue en absoluto instantánea, sino que, como se consignó, involucró más de una acción y se desarrolló en el tiempo: por un lado, el derrame del alcohol y, sólo después, el encendido de la llama. A todo evento, es el relato mismo de Vásquez el que señala que luego del altercado con la botella intentó calmarse -incluso practicar ciertas técnicas de relajación- para recién luego buscar el paquete de cigarrillos y el encendedor. A mi juicio, ello luce a todas luces incompatible con la pérdida de control que se le atribuye en la sentencia puesta en crisis".

En diálogo con el canal TN, Jorge Taddei, padre de la víctima, sostuvo: "La Casación hace justicia en el caso de Wanda. Vásquez tendrá que esperar un rato largo" en prisión..

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