La nueva conformación del Concejo Deliberante tendrá un primer desafío de relevancia para afrontar: el tratamiento en segunda lectura del Presupuesto 2021 que el Ejecutivo envió a comienzos del mes pasado por un monto global de 8.600 millones de pesos. Ese total no será modificado, pero sí necesariamente la distribución original porque la estructura de gobierno cambió de manera significativa con respecto a la gestión anterior y ahora se creó el doble de secretarías.

Después de un tiempo de análisis en comisiones, el proyecto fue aprobado en primera lectura y necesariamente deben transcurrir 14 días hasta volver a tratarlo en el recinto. En el medio de ese lapso se produjo el recambio de concejales, de los cuales la mayoría son nuevos en el Legislativo; sólo unos pocos venían del mandato anterior, como el caso del presidente del cuerpo, Darío Fuentes, y los oficialistas Estela Concordano, Armando Chiappe y Marisa Fernández, a los que se suman los integrantes de Juntos por Río Cuarto Carlos Ordóñez y Mónica Lanutti. Ellos son los que tuvieron contacto con el proyecto de Presupuesto y han transmitido a los demás los trazos gruesos del reparto original de recursos. Pero hay una primera definición en el Concejo: no apurar para esta semana el proyecto. En parte eso se debe a la necesidad de reestructurar las partidas en base a las nuevas secretarías creadas por el intendente para su segundo mandato y que no están contempladas en el presupuesto original. En segundo lugar, para darles más tiempo a los ediles a interiorizarse en el proyecto que deberán votar antes de fin de año.

En concreto, se podría avanzar este viernes 18 en la segunda lectura, pero en la casona de Sobremonte ya avisaron que esperarán al menos hasta la semana próxima. “Hay tiempo y no queremos sacar esto a los apurones, y más teniendo en cuenta que hay muchos concejales que no lo vieron con anterioridad. Posiblemente avancemos la semana que viene o incluso la siguiente. Hay tiempo hasta el 30 de diciembre para que lo aprobemos”, explicaron a Puntal en el oficialismo.

Naturalmente que este debate no se concentrará exclusivamente en calle Sobremonte, sino que, a partir de la asunción de los nuevos secretarios ocurrida el viernes último, cada uno de ellos buscará contar con la mayor cantidad de fondos para encarar el 2021, que inicia ya bajo un marco importante de incertidumbre. Y ese tironeo que está transcurriendo desde el viernes mismo tiene como protagonistas al propio intendente Juan Manuel Llamosas; al flamante jefe coordinador de gabinete, Julián Oberti, y al secretario de Economía, que viene del primer mandato, Pablo Antonetti.

En la definición de reparto que se tome comenzará a transparentarse, ahora sí de manera concreta, la relevancia que el intendente le asignará a cada área en particular. Mucho se habló la semana pasada sobre las idas y vueltas que hubo antes de anunciar a los flamantes funcionarios y el organigrama que se definiría. Pero una vez cumplida esa instancia, que no estuvo ausentes de intensas y acaloradas negociaciones, surge la etapa de jerarquizar a través de los recursos.

Hay desafíos que son evidentes: el plano social no podrá soslayarse porque es una de las consecuencias más dramáticas que dejará la pandemia luego de 9 meses en el país. El impacto económico que tuvo fue contundente y de hecho el propio presupuesto se montó sobre la proyección nacional de una caída del PBI del 12% y un rebote del 5,5% para el año próximo.

Es decir que en un año no se habrá recuperado ni la mitad de la caída ocurrida en 2020. Las secuelas en términos de pobreza y pérdidas de fuentes laborales son relevantes y justamente allí hizo foco durante la campaña el intendente Llamosas. Y así justificó la creación de dos secretarías que deberían ser centrales: la de Desarrollo Económico, Comercial e Industrial y la de Trabajo y Empleo. En las dos colocó caras nuevas: en la primera, al empresario surgido de Bio4 Argentina Germán Di Bella, mientras que para la segunda decidió incorporar a un dirigente de la CGT local como Iván Rozzi.

En la combinación de esas tres variables (asistencia social mientras dure la extrema necesidad, producción y empleo) pondría foco el presupuesto que los concejales esperan tratar entre el lunes 21 y el miércoles 30.

En el proyecto original que el secretario de Economía le entregó al presidente del Concejo, se definió que se trataba de un presupuesto de “transición”, con un crecimiento global del 36% respecto al de este año.

Allí se asignaban $ 25 millones más al Fondo de Emergencia y un 45 por ciento más a las partidas sociales. También se remarcó la política sanitaria que se presta en el Centro de Salud, los dispensarios que hay en distintos puntos de la ciudad y en los S24.

“El Presupuesto presenta asimismo un incremento importante de la obra pública. Son 600 millones de pesos, que significan un crecimiento del 62%”, dijo Antonetti en aquella oportunidad. Ahora, parte de esa distribución podría ser modificada antes de que finalmente se le dé sanción.

 

POR GONZALO DAL BIANCO