Pérez convivirá seis meses con el gobernador electo

Al adelantar las elecciones provinciales, desde junio el mandatario deberá convivir bajo la mirada de quien resulte triunfador. 

El gobernador Francisco Pérez adelantó las elecciones provinciales y estipuló el 19 de abril para la realización de las PASO, mientras que el 21 de junio se llevarán adelante las generales. Ese día se conocerá quien será el sucesor.

Al separarse de las elecciones nacionales, el mandatario pasará los últimos seis meses de su gestión –la mitad de lo que le queda– conviviendo con un gobernador electo, quien asumirá el 10 de diciembre del 2015.

Una situación similar se vivió hace 20 años, cuando resultó ganador Arturo Lafalla el 14 de mayo de 1995 y el entonces mandatario, Rodolfo Gabrielli, pasó también el último tiempo de su mandato al lado de su sucesor.

Estos seis meses serán una especie de escuela para el ganador de junio, que deberá empaparse de los temas y políticas llevadas adelante por la actual gestión. Será un proceso de adaptación, que de ser bien aprovechado, le permitirá llegar más fuerte y mejor informado al momento de asumir la gobernación, al menos así lo interpreta el encuestador y consultor político,Elbio Rodríguez, al ser consultado sobre la situación.

Asimismo, Rodríguez se refirió a la “madurez política” que deberá tener Pérez a partir de junio para brindar toda la información que requiera el flamante mandatario. “Habrá un gabinete en las sombras que se irá poniendo al tanto de todo”, expresó. En ese sentido, el encuestador opinó que “lo más sano para la Provincia sería que llegue con un equipo inmerso en las problemáticas de cada área”, todo si se trata de un gobernador electo peronista.

Pero la situación podría ser un poco más complicada si el ganador es de la oposición. En este sentido el consultor político hizo hincapié en la “sensatez” que deberán tener las dos partes para sentarse a dialogar, especialmente en temas sensibles como suele ser personal y gastos.

Por su parte, Enrique Bollati, también el encuestador y analista político, realizó otras consideraciones sobre el proceso de transición. En primer lugar, se refirió a la “pérdida de protagonismo” que tendrá Pérez en ese periodo de tiempo, ya que los ojos estarán puestos en el triunfador de junio, por lo tanto será consultado por cada problemática que atraviese la Provincia.

“El gobernador pierde peso real y pasará a ser una figura decorativa”, vaticinó. Lo cierto, según Bollati, es que el punto a favor para Pérez es que el discurso de quien gane será más moderado, y en caso de ser un opositor, no podrá ser tan duro con las críticas porque cuando asuma deberá enfrentar la realidad local.

Además, el analista sostiene que los gobernadores en Mendoza sólo tienen dos años para ganar protagonismo y abocarse de lleno a la gestión, ya que a partir de las elecciones intermedias avanza la carrera por buscar a un sucesor y comienza a perder peso. Esto tiene que ver, principalmente, con la inexistencia de la reelección para el mandatario de turno.

La situación que atravesará la Provincia desde el 21 de junio también se repetirá en los municipios y en algunos casos los intendentes deberán convivir bajo la mirada controladora de quien los sucederá.

Antecedentes

Desde 1983 hasta el 2015, sólo una vez las elecciones a gobernador se realizaron con tanto tiempo de anticipación al cambio de mando.

Fue en 1995, cuando la fórmula justicialista Artulo Lafalla - Jorge "Coco" López se impuso a la radical encabezada por Víctor Fayad.

Ese año, las elecciones en Mendoza se realizaron el 14 de mayo, en coincidencia con los comicios nacionales que enfrentaban, principalmente, al entonces presidente Carlos Menem con el ex gobernador de Mendoza José Bordón.

Fue la única vez dese 1983, que una elecciones para gobernador se realizaban tan alejadas de la fecha de cambio de mando, lo mismo que ocurrirá este año.

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