Desde principios de la semana que culminó, comenzó a operar la planta de separación y clasificación de residuos sólidos de Río Gallegos. La empresa “Nueva Santa Cruz” recibió la concesión por parte del Municipio y tiene la difícil tarea de transformar en recursos, parte de los residuos que genera la comunidad riogalleguense.

En la etapa de separación y clasificación, la concesionaria convierte nuevamente en materia prima: aluminio, latas de conservas, vidrio, plástico (PET), cartón, papel, nylon y envases tetra brik. Estos recursos son enviados a plantas de reciclaje en distintos puntos del país donde otras empresas especializadas le vuelven a dar vida útil. Los residuos que no se reutilizan se compactan y depositan en el vaciadero como tradicionalmente se hacía con todo lo desechado.

Cómo un cambio en la cultura del tratamiento de la basura por parte de la comunidad, se prevé la colocación de “puntos verdes” distribuidos en toda la ciudad para que los vecinos puedan depositar los desechos a reciclar. Por el momento la empresa instaló tres contenedores afuera de la planta, ubicada en el actual Vaciadero comunal.

Hoy las instalaciones trabajan 24 x 7. Sin embargo, la capacidad de la planta no es suficiente para tratar la totalidad de residuos que la ciudad produce a diario. Sin contar que hay desechos que no se pueden tratar, como pilas, telgopor, algunos tipos de plástico y los residuos orgánicos.

Participación ciudadana

Para hacer más eficiente todo el proceso es necesaria la participación de la sociedad en forma activa. Desde distintas organizaciones ecológicas de la localidad vienen impulsando la separación de residuos desde el origen. Es decir que en cada uno de los hogares, se pueda hacer una clasificación responsable de la basura generada. Esta práctica tiene múltiples beneficios, por un lado permite maximizar las posibilidades de que ese residuo se convierta en recurso y posibilita una reducción mayor de la huella ambiental generada por cada persona.

 

Vaciadero municipal. FOTO ARCHIVO

Desde asociaciones como Quiero Un Río Gallegos Limpio y Eco Temtem vienen insistiendo con la implementación de la recolección diferenciada de la basura. Afirman que permitiría simplificar los procesos de separación en la planta y aumentar la cantidad de residuos que pueden manejar por día.

El programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU), del que dio cuenta La Opinión Austral, propone implementar la separación desde el origen de la basura y su posterior recolección diferenciada para luego ser tratada en la planta correspondiente.

Economía circular

La planta de separación y clasificación es un eslabón de un proceso aún mayor para una sociedad sustentable y amigable con el planeta. Esta serie de acciones se enmarca en un modelo de desarrollo denominado “economía circular”.

Esta perspectiva propone cambiar la tradicional concepción lineal: materia prima - producto – residuo y transformarla en circular: materia prima – producto – materia prima reciclada.

La Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), proyecta que la implementación del modelo de economía circular en Latinoamérica llevaría a la creación cinco millones de puestos de trabajo nuevos en la región.

El trabajo de los emprendedores que reutilizan residuos en la actualidad es un buen ejemplo del potencial de este modelo. Estas pequeñas empresas familiares podrían crecer exponencialmente con la afluencia de recursos generados por los residuos de la propia ciudad.

La implementación de este sistema circular de manejo de desechos, se origina desde el hogar, para que el sistema de recolección y tratamiento le dé un manejo responsable y se devuelva a la economía local en forma de recursos para que empresas locales puedan aprovecharlo. Este destino es el que se apunta y solo se logrará si la ciudadanía, el estado y el sector privado se ponen de acuerdo para que se concrete