Si se cumple con la palabra empeñada, soplarán vientos de cambio en el Concejo Deliberante, necesarios en tiempos donde la pirotecnia verbal entre el oficialismo y la oposición sobresalió por sobre toda otra cuestión inherente a la función legislativa propiamente dicha.
A sala llena se concretó la ceremonia, a la que también asistieron portando pancartas afiliados al Sindicato Luz y Fuerza Mar del Plata que mantiene un conflicto con el consejo directivo de la Cooperativa de Electricidad.
También lo hizo, y recibió un aplauso de la concurrencia, el futuro intendente José Enrique Echeverría.
En primer lugar, Esteban Reino le tomó juramento a Liliana Charafedín y luego ésta continuó con la tradicional ceremonia en la sesión preparatoria, donde además se definieron las autoridades.
A diferencia de lo ocurrido en legislaturas provinciales o en la propia Cámara de Diputados de la Nación, aquí esa cuestión se definición en cuestión de minutos. La presidencia recayó en Gabriel Petruccelli, representando a unión PRO, que se impuso en la elección del 28 de junio. La vicepresidencia primera recayó en Martín Pérez (FpV) y Esteban Reino la vicepresidencia segunda.
Asimismo, el cuerpo en su conjunto decidió que Juan José Troya continúe desempeñando el rol de secretario del Concejo, tarea que cumple desde 1983.
El primer discurso
Ejerciendo la presidencia, Petruccelli pronunció un breve discurso en la emotiva sesión preparatoria. Dijo que "nuestro país ha transitado 25 años de recuperación democrática. Es un plazo suficiente para realizar un balance de nuestras instituciones, ajustar diagnósticos, proponer soluciones a problemas coyunturales y estructurales, pero especialmente mirar al futuro con una visión planificada".
Consideró luego que "la participación ciudadana, el control de los actos públicos y la repre-sentatividad de las dirigencias debieran ser moneda corriente". Por tal motivo instó a trabajar "para mejorar las condiciones sociales y económicas de nuestros vecinos, extirpar los defectos estructurales de nuestras instituciones, replicar las buenas prácticas de otras comunidades y proponer soluciones concretas para la calidad de nuestra democracia local".
Luego apeló a la necesidad de "iniciar un cambio que permita enfrentar los desafíos municipales para esta nueva etapa. Queremos un Concejo Deliberante que represente la realidad de los vecinos, que abra las puertas a la participación comunitaria, que incorpore los mecanismos de información pública. En definitiva, que el cambio en el Concejo Deliberante signifique mejorar sus prácticas".
Finalmente Petruccelli aseguró que "queremos un Concejo que dialogue. El diálogo debe darse justamente entre quienes no pensamos de la misma forma. El diálogo es la alternativa a la violencia inusitada que ocurre en nuestro país y es al mismo tiempo la plataforma para establecer consensos que hagan una vida más armoniosa y con felicidad para nuestro pueblo".
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