“Le pedí al juez Hooft que me ayudara y me dio la espalda”

“Le pedí al juez Hooft que me ayudara y me dio la espalda”
Esto declaró Marta García, testigo crucial, durante la quinta jornada del jury contra el magistrado. El presidente del jury pidió no revictimizar a la mujer secuestrada en 1977.
Marta García, la viuda del abogado Jorge Candeloro, declaró en la quinta audiencia del jury que podría terminar con la destitución del suspendido juez Pedro Hooft.

“Por la mirilla vi a Hooft”, recordó García, en referencia a su paso por la comisaría 4ta. Detenida y torturada por la dictadura cívico militar, la testigo dijo que “cuando estaba detenida en la comisaría Cuarta de Mar del Plata, le pedí al juez (Pedro Federico) Hooft que me ayudara, y me dio la espalda”.

Hooft está acusado de incumplir sus tareas y participar en delitos de lesa humanidad. La acusación, impulsada por la Secretaría de Derechos Humanos junto con organismos, señaló como caso paradigmático el operativo “La noche de las corbatas”. Entre los abogados secuestrados y desaparecidos se encontraba el matrimonio Candeloro-García.

Marta García es una de las testigos principales y su declaración generó expectativa. El 9 de abril de 1984 contó ante la Comisión sobre la Desaparición de Personas (Conadep) que mientras estuvo detenida en la comisaría 4ta., “el juez Pedro Hooft hacía sus visitas habituales, cuando llegaba a la celda donde me encontraba y le informan que había una persona a disposición de las Fuerzas Armadas, se retiraba”.

Esa declaración, hecha hace treinta años, se complementa con lo que contó ayer el ex policía Marcelino Fernández, tercero en jerarquía en la comisaría 4ta. “En el lugar se encontraban detenidas personas por disposición el Poder Ejecutivo Nacional y otros por el Poder Judicial. Todos los detenidos estaban diferenciados en dos listados, los cuales fueron revisados por Hooft en su visita”.

Marta García había sido trasladada allí luego de pasar casi dos meses en el centro clandestino de detención La Cueva, que funcionaba dentro del radar de la Base Aérea de Mar del Plata. La habían trasladado junto a su marido desde Neuquén, donde los secuestraron a pedido de las fuerzas represivas marplatenses, comandadas por el jefe de la Subzona 15 del Ejército, el coronel Alberto Pedro Barda.

En esa declaración de 1984 García habló sobre uno de los documentos que la acusación aportó a la causa para demostrar que Hooft incumplió sus deberes como juez en este y otros hechos. Se trata del hábeas corpus que presentó Nicolás Candeloro, padre de Jorge, por su hijo y su nuera. Ese trámite fue archivado. Ocurrió lo mismo con la respuesta del Ejército diciendo que Candeloro había sido “abatido” en un enfrentamiento.

“Su cuerpo –dijo Marta García hablando de su marido- nunca fue entregado y la respuesta del Ejército al habeas corpus interpuesto por sus familiares aparece ‘por casualidad’ retenida ‘por olvido’ en el despacho de Hooft, tres años después y con motivo de trámites que realizo en tribunales ya que mis hijos son menores de edad”, contó García ante la Conadep en abril de 1984. Esos documentos los había encontrado en 1980, cuando realizaba un trámite para obtener una pensión del Colegio de Abogados marplatense.

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