Las clínicas y sanatorios privados del país decidieron no prestar servicios médicos ambulatorios durante las próximas 48 horas, en protesta a la falta de autorización gubernamental para que las prepagas puedan ajustar sus cuotas. Sólo atenderán urgencias clínicas y quirúrgicas.

La situación es delicada porque en el país hay tres sistemas privados que atienden al 60% de la población argentina, y las obras sociales y PAMI contratan instituciones privadas para brindar sus servicios.

La medida de fuerza abarcará a 250 centros afiliados en todo el país y también a centros de diagnóstico y laboratorios de análisis clínicos. Esta es la primera vez que a la protesta se suman incluso los sanatorios de las empresas de medicina privada. La razón no es otra que la certeza empresarial de que los aumentos salariales (recientemente el gremio de Sanidad cerró una suba del 26%) y el incremento del costo de los insumos ponen en jaque su economía.

Al respecto, Claudio Belocopitt, presidente de Swiss Medical Group, indicó a Infobae que "el propio Estado, que es el que maneja la Superintendencia y el PAMI, definió que la estructura de costos presentada avalaba la necesidad de los prestadores de obtener este 26% de aumento" en los aranceles. "Si eso es una necesidad para los prestadores del PAMI, también es una necesidad para el sistema privado", argumentó.

En el mismo sentido, Belocopitt apuntó: "Si la Superintendencia no emite una resolución estableciendo cuál es el aumento, no hay plata para que las clínicas reciban el aumento en las mismas proporciones de la estructura de costos con la que todo el sistema está funcionando: obras sociales, PAMI y medicina prepaga, porque las obras sociales tuvieron el aumento, porque lo reciben a la vez que suben los salarios".

Por su parte, el titular de la Cámara de Instituciones Médico Asistenciales de la República Argentina (Cimara), Federico Díaz Mathé, aseguró que "el sistema de medicina privada está en crisis". Y para fundamentarlo, explicó: "Si suben los sueldos y no aumentan las cuotas, la situación no se sostiene. El reclamo es legítimo. El Gobierno es el responsable de autorizar los aumentos".

En tanto, el presidente de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina (ADECRA), Jorge Cherro, aclaró: "Parecemos los villanos de la película, pero es necesario alertar a las autoridades y a la población. Es un reclamo generalizado de todo el sector. El sistema de salud privado está haciendo agua".

El último aumento que pudieron aplicar las prepagas fue en mayo pasado, cuando subieron un 8% que correspondía al año paritario 2012. De momento el Gobierno no da señales de autorizar el aumento ni hay negociaciones en marcha que puedan evitar el paro empresario.