Para los peritos, Heit es cómplice y Sonia Molina no es fabuladora

Para los peritos, Heit es cómplice y Sonia Molina no es fabuladora
Los expertos complicaron a la pareja acusada de secuestrar, torturar y abusar de la mujer.
La situación de la pareja acusada de mantener cautiva y maltratar a Sonia Molina en Coronel Suárez está cada vez más complicada. Los peritos psiquiátricos que declararon ayer en el juicio destacaron que la periodista Estefanía Heit “no es una víctima” y que su esposo, el supuesto pastor Jesús Olivera, “tiene rasgos psicopáticos”. Sobre la denunciante, entendieron que su conducta “se asimila” a la de una “víctima de una secta”. Además, uno de los médicos que la examinaron dijo que si no hubiera logrado escapar habría muerto.

El psiquiatra de la asesoría pericial de Bahía Blanca, Enrique Grimi (quien evaluó tanto a la víctima como a los victimarios), sostuvo que Heit “depende emocionalmente de Olivera” pero, a diferencia de Molina, “no es una víctima”.

“El accionar de Molina se asimila al de las víctimas de las sectas. Son carne de cañón para personas que quieran abusar de ellas. Es una persona que no tiene capacidad para crear vínculos afectivos sanos”, describió Grimi en la quinta audiencia del juicio contra la pareja, que se lleva a cabo en los tribunales de Bahía Blanca. Otro dato clave que aportó es que no encontró “rasgos de fabulación” en Molina.

En el mismo sentido, la psicóloga Marianela Parenti, integrante del equipo de Salud Mental del Hospital Municipal de Coronel Suárez –donde estuvo internada la víctima–, agregó que “es una persona que no tiene ningún tipo de alteración psiquiátrica ni delirio ni alucinación”. También recordó que “durante los primeros días en el hospital no dormía por la noche y se asustaba por los ruidos de la puerta”. “Decía que le hacía acordar al señor Olivera, que la golpeaba, y escuchaba un ringtone que era igual al de Heit, por lo que tenía temor”, recordó.

El perito describió a Heit como una persona “complaciente y cooperadora”, aunque dependiente de Olivera desde lo emocional. “Vive en un mundo dominado por la definición que se espera del otro del cual depende. Ella justifica su accionar y además adopta similares maneras de proceder”, entendió. Además, describió a Olivera como “una persona egocéntrica con poca capacidad de autocrítica, que tiene rasgos psicopáticos, aunque no es un psicópata”.

El fiscal Enrique Zaratiegui le preguntó al especialista sobre los vínculos afectivos de Olivera con ambas mujeres. “El perito respondió que Olivera se refería a Molina como una loca que quería entrometerse en la pareja. Y del vínculo con su esposa destacaron que narraba un discurso vacío de contenido”, explicó Zaratiegui a PERFIL.

En la misma audiencia también declararon los primeros médicos que atendieron a la mujer cuando logró escapar, en noviembre de 2012, luego de permanecer tres meses en cautiverio sufriendo golpes constantes, torturas y sin ser alimentada, según denunció. “Si no hubiera escapado, en dos semanas habría muerto por el cuadro que presentaba”, destacó el médico de la policía Francisco Cortalezzi.

“Me encontré con una persona con un deterioro importante, con deshidratación, desnutrición severa que hasta le costaba hablar e hilvanar frases”, aseguró.

“No podía desvestirse para el examen. Me encontré con una persona sumamente delgada, con muchas lesiones en la superficie corporal que consistían en hematomas y quemaduras en toda su superficie”, detalló el médico.

En la misma línea declaró el director del hospital, Ricardo Denaro: “Si hubiera permanecido en ese estado sin asistencia médica, habría fallecido”. Con respecto al supuesto abuso sexual, Cortalezzi destacó que “no encontró signos directos, pero sí lesiones superficiales en la región genital y extragenital”.

Olivera y Heit siguieron atentos toda la audiencia. Ella formuló preguntas para sus abogados y él miró fijo a cada uno de los testigos. Pasó la quinta jornada, y ellos parecen cada día más comprometidos.

Los acusados podrían declarar el lunes

La periodista Estefanía Heit y su esposo, el supuesto pastor Jesús Olivera, podrían declarar el próximo lunes, último día de audiencia previa a los alegatos. También se especula con la posibilidad de que se realice un careo entre las partes.

“Se espera la declaración de los acusados, pero la defensa está barajando la posibilidad de que no hablen y por ende que no se lleve a cabo el careo entre las partes. De ser así, se solicitará que vuelva a declarar Molina”, destacaron a PERFIL fuentes judiciales. Lo que sí está previsto es la presencia del entonces intendente de Coronel Suárez y hoy legislador, Ricardo Moccero, para que brinde su testimonio, a pedido de la defensa.

Es que Estefanía Heit denuncia que se trata de una causa armada por el ex jefe comunal de la ciudad por una supuesta investigación que ella estaba realizando sobre vínculos del político con el narcotráfico

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