Para muchos se estiran las penurias de vivir sin agua

Para muchos se estiran las penurias de vivir sin agua

En 532 entre 1 y 2 dicen que es “una complicación permanente”. Malestar en 142 y 58.

Fluctuando al compás de las sucesivas y por ahora intermitentes oleadas de calor estival, el servicio de agua potable platense es como un borracho en la cornisa: el contratiempo más leve puede hacerlo colapsar. En los últimos días, bastó que el termómetro se acercara a los treinta grados para que barrios enteros de la Ciudad empezaran a acusar carencias. Ayer, los padecimientos volvieron a instalarse en Tolosa -una de las zonas más castigadas-, y Los Hornos.

“Otra vez nos tocó a nosotros” sentenció Daniel Iloro, de 532 entre 1 y 2: “ya no es sorpresa, pero al menos fueron ‘apenas’ cinco o seis horas; hace diez días, estuvimos 72 horas sin agua. Es una complicación permanente, por ejemplo hoy la chica que ayuda en casa se tuvo que ir sin trabajar”.

El vecino subraya que “muchos de los que vivimos en esta zona nos vimos obligados a encarar reformas en nuestras casas por este tema; algunos pusieron bombas directas a la red; yo opté por una cisterna, para no perjudicar a nadie, pero es una inversión de veinte mil pesos que toma tiempo... se lo hemos dicho a la gente de la empresa, pero nada mejora”.

Los inconvenientes también se hicieron sentir en 523 entre 4 y 5. “Es algo que viene pasando demasiado seguido” relató desde esa cuadra Eleonora: “tenemos doce denuncias registradas en dos semanas... en Aguas Bonaerenses no atienden y tampoco avisan cuando va a volver el suministro ni si van a cortar, ni nada”.

Entre el 15 y el 18 de diciembre, los vecinos de una amplia zona de Tolosa, con epicentro en 28 y 528, tuvieron que arreglárselas con un hilo de agua que brotaba de las canillas más bajas de las viviendas.

“Hicimos un montón de reclamos, y como no hubo respuesta empezamos a cambiar los hábitos cotidianos con todo lo que eso implica” sentenciaron: “pagamos casi 600 pesos de agua y tenemos que irnos a bañar a otro lado y vaciar los sanitarios con baldes”.

TAMBIEN EN LOS HORNOS

“Ni una gota de agua”. Una de las frases más repetidas en las jornadas recientes volvió a sonar, esta vez en Los Hornos. En la cuadra de 142 entre 57 y 58, la expresión tomó el carácter de ruego.

“Desde el 30 de noviembre estamos en emergencia, pese a que realizamos ocho reclamos ante ABSA y el ente regulador OCABA” aseguró Atilio: “estamos pensando en recurrir a una instancia judicial, porque por estos carriles administrativos parece que no hay nada más que hacer”.

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