Omar De Marchi vs. radicales: la novela que sorprende a Mendoza no es turca

Omar De Marchi vs. radicales: la novela que sorprende a Mendoza no es turca

El dirigente del PRO, Omar De Marchi, dirige, actúa y produce "la novela" que el gobernador Rodolfo Suarez quiere que concluya pronto

Por Manuel De Paz

Cuando el gobernador Rodolfo Suarez dice "quiero terminar con esta novela", no es que esté leyendo Guerra y Paz, de León Tolstói, y que recién vaya por la página 30 del primer tomo. Tampoco significa que esté viendo una de esas telenovelas turcas de Telefe. La "novela" que él quiere ver terminada es la que produce, dirige y actúa Omar De Marchi. Un suceso de verano en el que, paradójicamente, también participan primeros actores del elenco estable de la UCR.

De Marchi hace el papel del referente rebelde del PRO local que amenaza con romper la coalición Cambia Mendoza. La tira no ha hecho más que ponerle pimienta y chile a la supuesta vuelta de Alfredo Cornejo al Sillón de San Martín, el mismo emblemático lugar al que pretende llegar el lujanino retobado.

Si Suarez afirma que "cada uno sabrá qué hacer por el bien de los mendocinos y del país", no está largando una botella al mar con un destinatario incierto. Está preguntando qué le pasa a De Marchi que en Buenos Aires se sacó el traje de halcón de Bullrich y se puso el de palomo de Rodríguez Larreta y que aquí en Mendoza insiste en hacer rechinar los dientes de los radicales, sus socios locales, a los que acusa de estar llevando la Provincia al atraso.

Cuando Suarez dice que "todos los que queremos una Argentina no populista debemos estar juntos" porque el kirchnerismo, como afirma Cornejo, podrá estar devaluado pero aún sigue competitivo en las urnas, parece estar diciéndole al alzado De Marchi: "Che, macho, sería muy mala señal que en Mendoza alguien dinamite la coalición".

Sin embargo, cada una de estas admoniciones radicales parecen actuar en el cuerpo de Omar De Marchi como si le estuvieran dando un complejo vitamínico de Roche. Como en aquella famosa canción de los '70, el lujanino podría tararear "estoy hecho un demonio y nadie me para esta vez".

Claro, eso va a ser hasta que tenga que jugar al truco con la realidad. O hasta que la oficina central del consorcio PRO lo amoneste por ruidos molestos.

La ultraliberal Hebe Casado, contracara de De Marchi en el PRO de Mendoza, mujer excéntrica que no tiene en la lengua ningún pelo que le dificulte el habla, dice que De Marchi no ha podido sacarse el traje del fenecido Partido Demócrata en el que se formó a fuego. Asegura que nuestro personaje es un conservador acostumbrado a manejarse como un capataz al que hay que rendirle pleitesía y cuyo catecismo no tiene nada de liberal.

Impulso vital

No puede negársele currículum a este dirigente (ex intendente de Luján de Cuyo en tres ocasiones, legislador provincial, diputado nacional, actual vicepresidente primero de la Cámara de Diputados de la Nación, y armador político del plan presidencial de Rodríguez Larreta). En ninguna de esas funciones ha pasado desapercibido. Cristina Kirchner solía hablar mal de él, lo cual es una cucarda para lucir en el saco.

Si bien De Marchi tiene futuro asegurado en una hipotética presidencia de Larreta, su élam vital le ordena que lo que realmente lo va a consolidar como político es ser gobernador de Mendoza.

Cuando De Marchi dice que Mendoza "debe recuperar su equilibrio institucional" o que "hoy no existe afinidad de principios y de valores en la coalición Cambia Mendoza" en el fondo de su alma parece estar insinuando: "tengo que horadar ahora para posicionarme, porque una cosa es lidiar con Suarez y otra enfrentar a Cornejo".

Si uno lee con lupa sus declaraciones incendiarias, De Marchi suele dejar algunas ventanas abiertas del tipo "hoy no estamos diciendo que no haya que confluir en un frente, estamos afirmando que un frente político no se puede consolidar sin afinidad de principios y valores".

Hay que reconocer que el tipo es incansable con su espiche: "Ninguna coalición se consolida encapsulando la gestión ni despreciando las opiniones e ideas del resto de los partidos que forman esa sociedad", recita apenas ve un micrófono o una luz.

Lo tengo calado

Alfredo Cornejo dice tenerlo calado al sujeto en cuestión. "De Marchi viene reiterando, calcado, lo que hace siempre: amaga y amenaza con romper para obtener más cargos y un supuesto poder que no es tal. Y con eso sólo genera incertidumbre".

Muchos radicales creen que en la dirigencia nacional del PRO no están de acuerdo con lo que está haciendo De Marchi en Mendoza, pero que sin embargo por ahora lo dejan actuar "como para que se pruebe", lo cual ha generado una indisimulada urticaria en la epidermis de la UCR. De allí que reclaman que haya una amonestación expresa para "el quetejedi".

"No creo que Horacio Rodríguez Larreta avale lo que está haciendo su armador político", se le escuchó decir a Cornejo, quien argumentó que contradice la normativa partidaria que "claramente", como dice Shakira, fija que las candidaturas deben resolverse dentro de la coalición ya sea en las PASO o en internas abiertas para los afiliados.

No queremos, estimados lector/a, cansarlos, con tanto lío novelero. Sólo decir que hay novelas maravillosas que a muchos de los que nos enorgullecemos de ser lectores, nos han ayudado a hacer más sustanciosas nuestras vidas. Ésta, a la que alude el gobernador Suarez, quien desea verla terminada a la brevedad, tiene algunos elementos entretenidos, pero no levanta vuelo, por lo que tiende a convertirse en un producto de vanos chisporroteos, una novela de esas que uno deja a la mitad por falta de encanto o de pluma.

Comentá la nota