¿Cuál es su balance de su última experiencia como candidato?

Nunca es linda experiencia cuando el resultado es adverso, pero el pueblo siempre tiene razón. Se pierde porque no se hicieron las cosas bien o porque no se comunicaron las cosas de manera que pudieran ser comprendidas.

¿Usted cree que les pasó lo segundo en octubre del año pasado?

Creo que hay un poco de todo. Hay situaciones que tienen que ser corregidas a nivel nacional y provincial, y hay debates que deben darse. Toda la dirigencia política tiene que ponerse de acuerdo en algunas cosas porque si no va a ser muy difícil gobernar esta provincia en los próximos períodos. Ver lo que está ocurriendo con el presupuesto provincial es fundamental. No hay que tratar de llevar agua a su molino.

¿Habla del pedido de endeudamiento cero del radicalismo?

Desde luego. Esta provincia viene sufriendo déficits presupuestarios desde hace varios gobernadores y además son varios los gobernadores que han hecho crecer la planta de personal del Estado. Creo que hay que hacerse cargo, juntarse todos y mirar hacia adelante. Pérez lo que hizo es desnudar una realidad y (el endeudamiento) no es más de lo que se ha venido pidiendo en periodos anteriores, a valores actualizados. Pero evidentemente estamos entrando en un periodo donde se define el próximo gobernador y esto ocurre lamentablemente en una provincia donde el gobernador no tiene reelección, porque si la tuviera no ocurriría esta puja.

¿Pero no cabe en este periodo ajustar las cuentas públicas?

Claro, pero hay que cumplir también con los compromisos de deudas de hace varios años, como la refinanciación del bono Aconcagua o el pacto fiscal de 2002. Hay que tener memoria. La deuda pública afecta también el crecimiento. Hay que dar debates como el de qué vamos a hacer con los jóvenes que necesitan incorporarse al mercado laboral en los próximos años. A veces estos temas son tabúes, como por ejemplo, la minería. Yo digo que todo es posible de hacerse bien, es un problema de inversión y rentabilidad. Pero hay sectores de la política que, por una especulación electoral, han sentido miedo.

¿Hay que modificar la legislación minera de la provincia?

Lo que hay que hacer es crear las condiciones para que la minería sea explotada en los marcos de seguridad ambiental necesarios para que no se ponga el riesgo la salud de los mendocinos. Todo puede hacerse bien. Hay que coordinar la inversión y los controles necesarios. Hay que tomar los desafíos. Los que se oponen tienen su vida solucionada, pero lo que nosotros necesitamos es sacar a la gente de la calle y evitar que caiga en el delito y la droga.

¿La minería está prohibida en Mendoza?

En las condiciones actuales, no hay interés de las empresas mineras en venir a invertir a Mendoza. Hay que crear las condiciones y las empresas tienen que aceptar los niveles de control. Esto es posible. Hay que habilitar la extracción en la alta cordillera y los procesos industriales hay que hacerlos en zonas de secano y en parques industriales mineros controlados. Otro tema a discutir es el ingreso real para la Provincia, para que las empresas sean socias de la Provincia.

Pero Vale no se quedó, a pesar de toda la promoción que tuvo…

Lo están repensando. Estas cuestiones son reversibles y están atadas al vaivén de los comodities en la economía mundial. En algún momento van a volver, pero no es el único recurso que tiene la provincia. En San Rafael está el yacimiento Sierra Pintada de uranio, pero sin embargo la Argentina tiene que importar uranio. Si se puede explotar en otros lugares del mundo, ¿porque no se puede hacer en la Argentina? Me resulta muy raro que no se pueda hacer con toda la tecnología que hay, no se a quién se beneficia no explotando. Me parece que, así, nos eliminan de la competencia.