La situación económica de los profesionales se vio resentida por las medidas sanitarias tomadas para evitar contagios, así como también se limitaron sus prácticas. Incluso, en junio, especialistas de todo el país realizaron un bocinazo para que, entre otros reclamos, su trabajo sea considerado de riesgo y para que obras sociales y prepagas cubran los gastos de bioseguridad.

Alejandro Kalbermatten presidente del Círculo Odontológico de Mendoza (COM) señaló que desde principio de año vienen luchando por estos acuerdos y entre junio y julio se vienen logrando a cuentagotas.

“Estamos con algunas obras sociales atendiendo porque pretendemos un arancel determinado y no todas los están cubriendo. El mismo fue fijado a través de una estructura de costo. Hemos unido dentro de la misma prestación el valor total tanto del gasto de protección más los honorarios”, precisó Alejandro Kalbermatten presidente del Círculo Odontológico de Mendoza (COM), quien señaló que desde junio vienen luchando por estos acuerdos.

En este sentido detalló que hasta la fecha, una consulta de urgencia tiene un costo de alrededor de $1.400. “Hoy según el Ministerio sólo podemos atender urgencias y emergencias odontológicas”, dijo.

De esta forma, algunos odontólogos optaron por dejar de ser prestadores de obras sociales y comprar sus propios elementos de protección con el dinero de las pocas atenciones que realizan, ya que al estar en contacto con la boca y la garganta, focos directos de contagio de coronavirus, sólo quedaron habilitados para las urgencias.

En cuanto al kit de bioseguridad (cofia, camisolín y botas) tanto para el profesional como para el paciente cuyo costo debía ser absorbido por este último, y se había determinado en unos $1.40, Kalbermatten sostuvo que las obras sociales que llegaron a un acuerdo con el COM, no se cobra la protección por fuera.

“Los odontólogos están haciendo la atención al valor que lo paga la obra social”, refirió.

 

A la espera de nuevas aperturas 

Laura Favier, directora Asistencial del Centro Odontológico de Osep señaló que se está a la espera de nuevas aperturas para que puedan realizarse todo tipo de tratamientos.

“Para la atención hay que tener todo un protocolo de seguridad, no sólo por parte del profesional si no cada vez que tenés que trabajar y hacer una atención tiene que estar ventilado el consultorio media hora para evitar infecciones cruzadas”, indicó la médica.

Y sumó: “Estamos a la espera de nuevas habilitaciones para poder realizar el resto de las prácticas dentro del efector si no también a través de la Federación Odontológica”.

Asimismo agregó que así como sucede a nivel provincial, el planteamiento del aumento en los aranceles también sucede con OSEP. “Nosotros estamos en diálogo permanente”, dijo, y agregó que se ha dado curso a las autorizaciones de urgencias. “Así como la gente necesita ir al cardiólogo, también al odontólogo”, dijo.

Problemática que se repite

Desde el Círculo Médico de Mendoza recalcaron que la misma problemática se replica en otras especialidades, aunque con menor fuerza, como consecuencia del desajuste económico. Las entidades de medicina prepaga y obras sociales no han sido autorizadas por la Superintendencia de Servicio de Salud para aplicar aumentos, mientras que «los profesionales no quieren seguir cobrando lo mismo que en febrero».

José Lodovico Palma, presidente del CMM, consideró que “la pandemia ha hecho que muchos afiliados no paguen sus cuotas, entonces la recaudación ha disminuido en un promedio de 25%, han tenido que hacer frente a una demanda, donde los prestadores sí han producido aumentos en sus valores y material descartables», dijo.

Y concluyó: «En general las sociedades gremiales de traumatólogos, cirujanos y bioquímicos, entre otros, están pidiendo reajuste de convenios. Hay mayor gasto y un estancamiento en la recaudación y la mitad de las prepagas de todo el país tienen dificultades económicas. Cada actor del sistema salud se trata de salvar».