IRB es un verdadero “big player” del reaseguro, no solo dentro de Brasil sino a nivel global, sea por los mercados donde participa, por su solvencia económica o por los rubros en los que opera, estos tópicos lo colocan dentro de las compañías reaseguradoras más importantes del mundo.

Con escritorios en Londres, New York, Buenos Aires, con participaciones en negocios en África, India y China, entre otros países, y con una proyección de expansión planetaria a la par del crecimiento que está experimentando la República Federativa del Brasil, esta empresa desembarcó en Argentina hace poco más de un año para participar del negocio del reaseguro desde el mismo momento en que el gobierno decidió la apertura de este mercado.

Para demostrar que sus intenciones son verdaderamente serias se constituyó con un capital inicial de 30 millones de pesos, 10 millones más que el mínimo exigido para operar, y colocó a un alto ejecutivo de la Casa Matriz, Vandro Ferraz da Cruz, a la cabeza de las operaciones en Argentina, quien tiene todo el apoyo de la Sede de Río de Janeiro, de hecho, mientras se realizó esta entrevista estuvo presente un importante miembro del Directorio de la empresa, José Farías de Sousa, a cargo del área de Suscripciones y vía teleconferencia participó Loreta Piñeiro del Departamento de Comunicaciones.

Desde el año 2007 IRB viene estudiando la forma de establecerse en nuestro país, analizando variantes, posibilidades de negocios y haciendo estudios de factibilidad. La oportunidad llegó recién en 2011, una vez que en Argentina se abre la posibilidad de la creación de un mercado reasegurador local.

BuenaFuente.comentrevistó a los ejecutivos de IRB para saber acerca de los planes y expectativas con que llegaron a Argentina, en este aspecto no dudaron en afirmar al unísono: “traemos una mirada de liderazgo del mercado, ese en nuestro objetivo”.

Con oficinas en Catalinas y una vista al río que en días diáfanos se alcanza a divisar la costa uruguaya, Vandro Ferraz da Cruz asegura: “nuestra idea es establecer aquí, en Argentina, una especie de Hub que concentre las operaciones de América del Sur. Ya tenemos negocios de Uruguay y Paraguay, surgidos y manejados desde las oficinas de Buenos Aires”.

En ese sentido, José Farías de Sousa reafirma: “venimos a operar con vocación de tener una participación importante en el mercado, con todo el apoyo de nuestra Central, trasladando todo el poder de decisión para acá, aportando nuestro conocimiento, con equipos humanos de primerísimo nivel técnico y con el respaldo financiero de una compañía muy sólida”.

El mercado ya captó estas señales del gigante brasileño del reaseguro porque a poco de instalarse ya logró cerrar sus primeros contratos, “es temprano para hacer evaluaciones -anticipa Ferraz da Cruz- pero tuvimos un primer semestre positivo”.

Algunos de los puntos que se tuvieron en cuenta en Río de Janeiro a la hora de decidir desembarcar en Argentina fueron, la importancia del primaje, la buena calificación técnica del mercado local y la posibilidad de intervenir en una plaza desde el momento mismo en el que se accionaba la campana de largada, “el hecho de arrancar en el negocio desde el minuto cero implica realizar un mayor esfuerzo”, confiesa Vandro Ferraz da Cruz.

Cuando los ejecutivos brasileros hablan de la solvencia y envergadura de IRB lo hacen apoyados en datos contundentes, la empresa fue conceptuada con nota A por la calificadora AM Best por su excelente capacidad de pago, 10.000 millones de Reales en activos, 2.500 millones de Reales de patrimonio neto, dominio del 65% del mercado brasilero del reaseguro, y la economía de un país en pleno proceso de expansión que acompaña, fomenta y apoya el crecimiento de sus empresas en todo el mundo, hacen que esta compañía, que seguirá siendo de capital mixto pero el Estado cederá parte del 50% que hoy controla, tenga pretensiones de liderar los mercados donde interviene.

BuenaFuentele preguntó a Ferraz da Cruz y a Farias de Sousa cuál era la estrategia que se había trazado la empresa para actuar en Argentina, en tal sentido los ejecutivos fueron categóricos, “nuestra idea es trabajar de la misma manera que lo hacemos en Brasil, esto es, operar en todos ramos, con especial atención en property y vida, donde desarrollamos un gran expertise en Brasil, sin descuidar las otras ramas”.

Brasil estuvo atravesada a lo largo de los últimos cincuenta años por las mimas vicisitudes por las que pasó la Argentina, gobiernos derrocados por golpes de estado, militares en el poder, democracias consolidadas, crisis institucionales, económicas, etc., ambas naciones salieron de esos procesos, se recompusieron y, con sus más y sus menos siguen adelante.

“No nos preocupan los inconvenientes temporales de la Argentina de hoy, dice José Farias de Sousa, porque nuestra industria es de largo plazo, y como dice el Presidente de la empresa, nosotros vinimos a instalarnos aquí para siempre, si hoy existen algunos problemas, bueno, los iremos superando, esas cosas a nosotros no nos asustan”.

IRB opera en todos los riesgos, desde los más chicos hasta esos de altísima complejidad como lo son las obras de gran envergadura, emprendimientos mineros, hidroeléctricos, etc. Cuando se les pregunta a los ejecutivos qué cotización han perdido a manos de la competencia, la respuesta es firme, “nosotros nos presentamos para ganar, si evaluamos que las condiciones no son las adecuadas ni cotizamos.”

La mayor satisfacción.

BuenaFuentequiso saber cuál fue la cotización que más satisfacción le dio a IRB haber ganado, ahí José Farias de Sousa no duda ni un segundo, “indudablemente, la construcción de la Usina Nuclear Angra III, una póliza muy compleja, de las más complejas que hay hoy en el mundo y nuestra empresa estuvo a la altura de las circunstancias, ese es sin dudas un motivo de orgullo”.

IRB y su política de puertas abiertas

Uno de los orgullos que exhiben los funcionarios brasileros es la política de puertas abiertas de la compañía, “nosotros privilegiamos el contacto directo, desde un promotor hasta el Presidente de la empresa, cualquier particular, broker o quien quiera, se puede contactar con las máximas autoridades de la empresa, ese es nuestro valor agregado”.

Esa política empresaria es la que piensan aplicar en los negocios en Argentina, disponibilidad total para abrirle los oídos a la consulta menor y a los grandes negocios sin distinción, “si es necesario que un miembro del directorio de la compañía venga a Buenos Aires para cerrar una operación acá, en tres horas estaremos firmando”, se entusiasma Farias de Sousa, quizás previendo que Argentina será una importante fuente de negocios regionales.

Por José Luis Lamanna