El Gobierno entregó ayer otra ración de evaluaciones sobre al cacerolazo de la semana pasada. En ellas mantuvo la línea dura que había inaugurado el Jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, a las pocas horas de terminadas las marchas convocadas para protestar contra distintas medidas tomadas por Cristina Kirchner.

Jorge Coscia, Secretario de Cultura, dijo: “ Nosotros sabemos tomar las calles . A Cristina no la van a tocar.

La Plaza de Mayo no es la plaza de la señora que lleva a su mucama para que golpee la cacerola ”. Coscia no se refirió a la decisión de los grupos de dirigentes que suelen organizar las movilizaciones callejeras del kirchnerismo, que en las últimas horas desactivaron la idea original de responder a los cacerolazos con una “contramarcha” oficialista.

Hasta hoy, la única convocatoria que mantiene el oficialismo es la de recordación del segundo aniversario de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, programada para el 27 de octubre. Sin embargo, fuentes de las organizaciones sociales que defienden el Gobierno admitieron el fin de semana a Clarín que ese acto “depende del ánimo y la voluntad de la Presidenta”.

Acaso estimulado por el auditorio que acudió a la inauguración de la muestra fotográfica “Néstor por todos” en San Juan, Coscia aludió “a los que se han asonzado y que se han desmemoriado” y consideró que “con su accionar sólo apoyan a los poderosos de siempre”.

“Esto es una democracia. Este gobierno constituyó una Corte Suprema independiente, creó políticas sociales, trabaja para y por la justicia social. Por eso digo que hay que ser zonzo para creer que esto es una dictadura ”, concluyó.

El senador Aníbal Fernández también arriesgó una evaluación sobre la protesta callejera. Dijo que fue “armada por profesionales” porque, argumentó en declaraciones televisivas, “hubo cientos y miles de identidades falsas” creadas en las redes sociales para convocar a la marcha.

El diputado oficialista Carlos Kunkel, por su lado, admitió que “hoy más del 40 por ciento de la ciudadanía argentina no comparte nuestra forma de gobernar”.

Agustín Rossi, el jefe de los diputados kirchneristas, concedió que “hay que tomar con respeto” la movilización contra la Presidenta, pero llamó a “seguir gobernando de la misma manera en que lo venimos haciendo desde el 10 de diciembre” del año pasado. “Nuestro gobierno fue legitimado con el 54 por ciento”, indicó.