Nestlé busca comprador para su agua mineral tras sus problemas con la justicia francesa. Precio de salida: 4.400 millones de euros

Nestlé busca comprador para su agua mineral tras sus problemas con la justicia francesa. Precio de salida: 4.400 millones de euros

El portfolio implica marcas como San Pellegrino, Aquarel, Perrier o Vittel a nivel mundial.

Por: Jaime de las Heras.

Puede que 4.400 millones de euros suenen mucho dinero, pero para una multinacional como Nestlé, que ha cifrado en unos 4.400 millones su división de aguas, que cuenta con referencias tan reconocibles como San Pellegrino, Vittel, Aquarel, Agua Viladrau, Aqua Panna, Perrier o Hépar, es solo, valga la redundancia, una gota más en un conglomerado gigantesco.

Esa es la cantidad que la empresa suiza, según explican desde Food Navigator, pediría por una hipotética venta de su filial de aguas minerales. No es una novedad. O no del todo. Ya en noviembre se apuntaba a que la compañía helvética estaba dispuesta a deshacerse de su negocio en el mundo del agua embotellada.

Ahora sabemos que la realidad es más seria que nunca y, haciendo caso de lo que Laurent Freixe, CEO de la marca dijo en agosto de 2024 cuando llegó al cargo, Nestlé se centrará en el core de la empresa, es decir, en los sectores estratégicos y fundamentales como es el mundo del café y el mundo de los productos de chocolate.

En este sentido, la filial de agua mineral de Nestlé es un caramelo codiciado que se pondrá a la venta con la ayuda de Rothschild. No en vano, según fuentes citadas por Food Navigator, las ventas del primer trimestre de 2025 supusieron más de 930 millones de euros. A pesar de lo escandaloso de la cifra, la realidad es que solo supone un 4% de los ingresos totales de la firma.

Un negocio lucrativo y transparente

Pero, ¿quién puede comprar la división de aguas de Nestlé? Pues, aparentemente, fondos de inversión y private equity como Blackstone, Platinum Equity o CD&R, que verían con buenos ojos hacerse con un portfolio más que asentado a nivel mundial que, sin embargo, ha puesto en el disparadero a Nestlé en los últimos años.

Especialmente en lo relacionado con escándalos sobre la calidad de sus aguas, sobre todo en Francia, donde una investigación promovida desde el Senado galo comprobó que el agua mineral con gas Perrier era realmente agua filtrada. De esta manera, la fiscalía gala habría advertido un fraude en la venta de esta agua durante más de 15 años, cifrándolo en unos 3.000 millones de euros. No obstante, el asunto se resolvió con Nestlé pagando una multa de dos millones de euros a principios de septiembre de 2024.

Otra de las piedras en el camino más reciente fue la destrucción por parte de las autoridades francesas de dos millones de botellas de agua Perrier, también en 2024, tras comprobar restos de bacterias fecales en ellas.

Lo curioso es que paulatinamente Nestlé ha ido perdiendo aparente interés en conservar sus marcas de agua, tal y como sucedió cuando en 2020 ya se vislumbraba la venta de las marcas que operaba en Estados Unidos, como Polar Springs. Ahora solo queda ver quién se lleva el gato al agua, quizá nunca mejor dicho, por 4.400 millones de euros.

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