Es la primera candidata a concejal del Frente Renovador de San Martín y esposa del intendente Katopodis. Tiene una extensa trayectoria política y también perfil bajo. El área de la Educación es donde más cómoda se siente. Lejos de las chicanas políticas y cerca de la gestión. Defiende el estilo del “cara a cara” con el vecino.
¿Quién es Nancy Cappelloni de Katopodis y por qué decidió involucrase de manera personal para ser candidata a concejal?
Formo parte de este proyecto colectivo. Me toca jugar este rol ahora y lo hago con mucho gusto, sabiendo que estoy aportando para consumar este proyecto.
Usted y el Intendente tienen un modo similar de hacer campaña, con mucho cuerpo a cuerpo.
Si. Agregaría que no es solo una forma de hacer campaña, sino de hacer política, estando cerca. El Intendente tiene ese estilo desde hace muchos años. Hace mucho tiempo trabajamos juntos en el campo popular. Y estar cerca siempre fue la forma que elegimos.
En el 2007 ya existía el slogan “Katopodis camina”.
Es un estilo propio. Antes de empezar en política ya era nuestra forma, visitando casas de barrios humildes, sentarnos con los vecinos, pensar para mejorar el espacio donde interveníamos. Luego eso se amplifica a la hora de hacer campaña o política en un distrito tan importante como San Martín.
¿Cuándo hablas con los vecinos, conociendo tu apellido, las demandas se incrementan?
La gente es muy sensata, tiene mucho sentido común. Cuando nos ponemos a hablar sobre lo que estamos haciendo, el proyecto, inmediatamente advierten que hay una esperanza y que el Municipio va a estar presente. Yo no soy funcionaria, pero ellos están presentes, escuchando. Esto abre esperanzas, y la política es abrir esperanzas. Tienen una demanda más cómplice
A ustedes les gusta ir donde el acompañamiento del vecino no está garantizado. La calle es el termómetro de lo que pasa.
El proyecto es colectivo, y lo colectivo abarca a todos. Tenemos que ir a contar nuestra propuesta a esos lugares donde quizás no llega. Es un desafío permanente. No es colectivo si no es de todos, y nosotros creemos en un San Martín para todos. Lo que se construya políticamente debe incluir a muchos actores. Hay lugares donde es más difícil, pero se puede. Hay que escuchar también, porque ahí se aprende mucho.
¿Cómo surgió la idea de darle una vuelta de tuerca al Día del Niño?
Hicimos una convocatoria a jóvenes que ya venían trabajando y que se acercaron a colaborar espontáneamente el día de las inundaciones. Quedaron muy entusiasmados, y el Estado Municipal les abrió un espacio de participación concreto. Hicimos intervenciones conjuntas, trabajamos con iglesias evangélicas, católicas, scouts, colegios públicos y privados, para el Día del Niño. Hubo presencia en 19 plazas con el desafío de que haya chicos trabajando de forma mancomunada, a pesar de la diversidad. La experiencia la repetimos para el Día del Estudiante. Hay números artísticos, deportes, quermese, circo, y con juegos y actividades puedan pasarla bien con sus amigos en San Martín. Nos proponemos pensar un distrito de todos y para todos, y profundizar el cariño a lo local. Por eso hacemos tanto esfuerzo en el espacio público.
Recuerdo que el Intendente cuando comenzó dijo que lo primero era modificar el concepto del espacio público de San Martín. ¿Cómo fue cambiando eso?
Un ejemplo bien concreto fue el Día del Niño. Un matrimonio en Plaza Alem se iba a Tecnópolis a pasear con los chicos, pero se encontraron con un gran despliegue en la plaza, entonces dijeron: “Mira todo lo que hay acá, para qué nos vamos a ir”. Y se quedaron con unas reposeras tomando mate y los chicos jugando en la puerta. Tener buenos espacios públicos, lindos, acogedores, para que lo ocupe la familia, es una política muy importante para nosotros.
Trabajaste en muchos programas de escolaridad, ¿ese es el perfil donde te sentís más cómoda?
Me gusta la Educación. La Educación es lo que abre puertas. Hay que ayudar a los chicos a terminar la escuela, y el estado debe usar todos los medios a su alcance para que lo logren. A través del Fondo Educativo que está llegando el Intendente tomó la decisión política de ocupar ese dinero en infraestructura escolar, mejorando todos los espacios posibles para que los chicos estén bien. Fue una decisión muy acertada para apostar a la educación. El programa Un Buen Comienzo fue la primer iniciativa importante que tuvimos, apenas asumimos, para pintar los frentes de las escuelas. Había una necesidad simbólica de posicionar a la educación pública en San Martín. Posicionar a la escuela pública desde lo simbólico fue prioritario tres meses después de asumir.
¿Cómo se vivieron esos días de tomar la decisión de participar del espacio que armó Massa, alejarse del kirchnerismo, proponer su candidatura? Fue un momento difícil porque en lo previo había mucha tensión.
Tomar una decisión siempre es difícil, hay que evaluar muchas cosas. Pero confiamos mucho en la decisión de Gabriel. Hizo las consultas pertinentes a su gente más cercana y tomó una definición. Es una confianza muy profunda sobre el camino que debíamos tomar.
¿Cómo se sintió con el resultado de las elecciones de agosto?
Fue una alegría muy grande. El vecino percibió que Gabriel está dando respuestas. Fue un voto de confianza increíble hacia el Intendente. Dedicamos mucho tiempo a la gestión y el trabajo en San Martín. Lo hacemos con dedicación y alegría, y si encima el vecino lo reconoce es doble la felicidad.
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