Antes de desmenuzar el contenido más explosivo del libro, los autores saludaron a Mirtha y le agradecieron su presencia en la sala. “Me lo leí de un tirón, es una trabajo imprescindible para entender el momento que vivimos”, dijo Mirtha, ante un auditorio que completó el salón del subsuelo, con capacidad para casi mil personas.

“La Dueña” es uno de los libros más vendidos del verano. Agotó rápidamente cinco ediciones. Los autores contaron algunos detalles del trabajo de investigación que llevaron adelante y que pone en evidencia hechos e intimidades de Cristina Fernandez de Kirchner; desde la muerte del ex Presidente hasta el momento en que decidió “ir por todo” sin límites ni controles.

Su relación con Lázaro Báez, cómo eligió a Amado Boudou, el ascenso de Axel Kiciloff, su vida sin Néstor, la relación con Máximo y su rol en La Cámpora…, todo está contado en “La Dueña”.

“Llora, no duerme, acumula horas de soledad; evidentemente tiene conflictos notables”, enumeró Miguel Wiñazki elementos que originan esa personalidad tan singular.

También hubo tiempo para analizar la coyuntura que atraviesa el país. Nicolas aseguró que “la ausencia de Cristina en todo este tiempo obedece a una razón médica pero también es una estrategia política”.

Como moderador, Majul promovió con preguntas picantes que los autores repasaran detalles de cada capítulo. Pero los hechos actuales se colaron en el debate. “Nunca vi al Ministro de Economía tan adolescente como hoy a la mañana”, reconoció el conductor de La Cornisa. “En la intimidad Kiciloff dice tener hechizada a la Presidente”, reveló Nicolás.

“Cristina es una mujer soberbia y tiene a La Cámpora para llevarle los culpables que ella quiere escuchar – explicó Miguel- Los apagones son culpa de las empresas que no invierten; los precios suben por la especulación empresaria; el dólar es una maniobra de desestabilización…No hay autocritica, no reconoce ninguna equivocación”, subrayó.

Ante de la firma de ejemplares hubo preguntas del auditorio y muchas giraron en torno a si los periodistas sentían miedo luego de publicar hechos que molestaban al Gobierno. “Buscan amedrentarnos, quebrarnos mentalmente con ataques difamatorios desde sus medios propagandísticos –coincidieron los autores, quienes negaron tener miedo-.

“Son ellos los que tienen terror de lo que decimos, publicamos o editamos. Son ellos los que sienten miedo y ya no pueden, como Amado Boudou, concurrir a comer a un restaurante de Mar del Plata porque es abucheado”, aseguró Nicolás Wiñazki.