Un millonario conservador y polémico, sin experiencia política

Un millonario conservador y polémico, sin experiencia política
En solo 3 años, Horacio Cartes pasó de dirigir un club de fútbol a la presidencia del país.

La incursión de Horacio Cartes en la política fue vertiginosa y controvertida. En sólo tres años, este empresario multimillonario de 56 años pasó de dirigir el club de fútbol Libertad a ser candidato presidencial por el Partido Colorado, el más tradicional y poderoso del Paraguay. Para lograrlo invirtió 20 millones de dólares en campaña, una cifra que sólo fue una brisa de verano para su imperio. Siempre tiene una expresión seria y sus conceptos sociales suelen ser rígidamente conservadores. Cuando en un programa de TV le consultaron sobre su postura respecto al matrimonio igualitario, dijo que no estaba de acuerdo. Entonces el conductor le repreguntó qué haría si su hijo le confesaba que quería casarse con otro hombre. La respuesta fue brutal.

“Me pego un tiro en las bolas”, dijo sin inmutarse.

Ese estilo de hombre común, que dice lo que piensa, lo alejó de los sectores más progresistas, al mismo tiempo que le hizo ganar adeptos en estratos sociales donde permanece arraigado el conservadurismo nacional. Sumó aún más con la figura de empresario exitoso que sabe organizar y mandar. De lo que no pudo librarse fue de las sospechas de negocios sucios, como contrabando, que las eludió con cintura y un aceitado respaldo legal. Cartes viene de una familia acomodada. Su padre, representante en Paraguay de la firma que producía las avionetas Cessna, fue el que le transmitió la pasión por los negocios. Cuando terminó la secundaria, Horacio se instaló en EE.UU., donde se especializó en motores de aviación. A los 19 años regresó a su país y comenzó un emprendimiento propio. Puso una casa de cambio que al poco tiempo se convirtió en el Banco Amambay. Ese fue el pilar de un emporio que hoy tiene 25 compañías.

El prime traspié llegó durante la dictadura de Alfredo Stroessner. Se lo acusó de comprar dólares a precio preferencial para insumos agrícolas que después colocaba en el mercado negro. Estuvo cuatro años fugado. Cuando volvió, la causa desapareció. En la década pasada fue investigado en Brasil por supuesto contrabando de cigarrillos. Nunca fue procesado, asegura él con orgullo. Un cable de WikiLeaks reveló en 2011 que la DEA estadounidense lo había investigado por supuestos lazos con el narcotráfico. Nada de esto se pudo probar fehacientemente.

El investigador Andrés Colmán retrata el vértigo de su carrera política. Cartes se inició como dirigente deportivo.

En 2001 ganó la presidencia del Club Libertad, donde desarrolló una decidida campaña de inversiones. Su gestión fue una de las más elogiadas en el ámbito deportivo y eso habría sido determinante para que el empresario se lanzara a la competencia política.

Entró al Partido Colorado con los mecanismos que mejor maneja: decisión y plata. Se afilió en septiembre de 2009, virgen absolutamente de contaminación política. El primer escollo lo barrió de un plumazo. El estatuto establecía que para ser candidato a presidente debía tener 10 años de antigüedad como afiliado. Convocó a una convención y modificó la norma, reduciendo ese requerimiento a sólo un año. El camino quedó allanado.

Su arribo al Partido Colorado despertó algunas resistencias, especialmente en líderes históricos. “Con Horacio Cartes comienza la era de la obscenidad, de la pornografía política, donde todos los vicios se vuelven explícitos”. Estas duras palabras fueron del ex presidente Nicanor Duarte Frutos, quien a los pocos meses cambió de opinión y se sumó a Cartes.

El nuevo presidente paraguayo tiene dos hijas y un hijo, producto de un largo matrimonio que terminó en separación. Se comenta el romance con una modelo, aunque él nunca lo blanqueó. Su hermana Sarah comanda el emporio económico, lo que le permite al empresario dedicarse de lleno a la política. Hábil, emprendedor y audaz, Cartes dijo: “ No me afilié al Partido para hacerme rico. Ya tengo todo y de todo ”. Ahora promete “un nuevo rumbo para el Paraguay”.

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