En diálogo con Cristina Vicentín la delegada del asentamiento del Pirayuí, Patricia Rave, comentó la situación desde que comenzaron a instalarse en el predio y dijo que “Seguimos en la misma situación de los primeros días, sin la asistencia de nadie”

En la misma línea agregó “Hemos pedido audiencia a todos. Hablamos con los distintos bloques por el tema de la expropiación. Pero no hemos llegado a nada concreto”.

Actualmente son 200 familias que viven en el asentamiento y hay otras que van y vienen.

En relación a cuáles son las propuestas que le han brindado desde que están allí, Rave reiteró “Todavía nada, estamos esperando. Se le propuso al Gobierno que siente a los propietarios, para poder comprar las tierras. Pero se dificulta porque los propietarios de las principales firmas, como ser URBANO S.A. viven en EE.UU.”

“Desde que estamos se dijeron muchas cosas, que se iban a ceder los terrenos pero hasta ahora no hay nada”, agregó la delegada.

Luego de la carta que entregaron a la Presidenta durante su paso histórico por Itatí el año pasado, “vino Tierra y Hábitat de Nación, tampoco pudieron reunirse con los propietarios.

Ellos hicieron un convenio con el Municipio. Pero no pudimos acceder a ese convenio”, comentó Rave.

Por una medida judicial los ocupantes no pueden construir nada de material. “Y cuando llueve queda todo bajo agua, al igual que las 500 viviendas”, explicó la delegada.

Las 42 hectáreas tienen un valor fiscal es de 57 mil pesos. “Nosotros le pedimos al Gobernador poder pagar nuestros terrenos en cuotas sociales, pero con el objetivo de que no se convierta en una villa. Lo único a lo que pudieron acceder los que viven en el asentamiento fue a la luz y el agua, pero por cuenta propia. Nosotros nos tuvimos que enganchar por necesidad. El INVICO nos dijo que el Gobierno nacional no le pasa plata”.

“Todos los partidos van a ser bien recibidos. Pero sería bueno que se acerquen con soluciones. La mayoría de los que viven en asentamiento no están dispuestos a estar en otro lugar. Si aquellas parejas que no tienen hijos afirmaron que podrían aceptar las tierras que alguna vez ofrecieron en Santa Catalina”, explicó Rave.