Representantes de distintas empresas del sector de la salud brindaron en el ciclo de charlas Ámbito Debate, sus puntos de vista sobre los desafíos que planteó la pandemia y las necesidades a futuro para poder ser más eficientes.
En una nueva edición del ciclo Ámbito Debate, se abarcó un sector determinante en los últimos dos años: el de la salud. Durante el primer panel, representantes de distintas compañías analizaron los desafíos que planteó la pandemia, los cambios que se aceleraron y las necesidades a futuro para que el sistema sea más eficiente.
En el primer panel, moderado por Estefanía Pozzo, disertaron Pablo Serrao, Country Manager de GE Healthcare Argentina; Gabriel Oriolo, Director de Procesos y Sistemas del Grupo Osde; y Sebastian Defranchi, Director Ejecutivo de Fundación Favaloro.
Al referirse a los cambios que introdujo la pandemia en el sector, Serrao analizó: “Lo que tuvimos fue una transformación cultural. Desde los primeros casos de Covid no paramos de transformarnos. Otro punto importante fue la aceleración de la transformación. Nosotros teníamos muchos productos, muchas soluciones, que se estaban pensando para más adelante, pero la pandemia nos obligó a aplicarlas. Ya estamos viviendo en el futuro. Un ejemplo es el desarrollo de la inteligencia artificial, que eran cosas que se veían para el futuro. Para algunos clientes avanzados y desarrollados y hoy son soluciones que implementan todos: porque mejora la actividad, ayuda a un mejor diagnóstico”.
“Siempre lo que priorizamos fue la humanización. Es lo que seguimos priorizando. Si bien hubo una evolución en términos tecnológicos, siempre tuvimos presente que el sistema ayuda y acompaña, pero siempre está el humano de por medio", remarcó Oriolo.
Mariano Fuchila
“Todo el sistema de salud se vio estresado. Desde Osde, tuvimos mucho trabajo. Tenemos mucho trabajo”, sostuvo por su parte Oriolo, quien agregó: “Cuando comenzó la pandemia, armamos un comité centralizado; como tenemos oficinas de todo el país, lo que se hizo fue crear un comité donde participamos directores y especialistas en salud y lo primero que hicimos fue llevar a nuestra gente a sus domicilios. En poco tiempo, que todos puedan trabajar desde su casa para atender las necesidades de los socios, fue un desafío. Tuvimos que rever la forma en que trabajábamos. Nosotros lo que atendemos es salud, algo muy sensible, y en estos momentos fue bastante complejo”.
Pero, más allá del aspecto tecnológico, Oriolo destacó: “Siempre lo que priorizamos fue la humanización. Es lo que seguimos priorizando. Si bien hubo una evolución en términos tecnológicos, siempre tuvimos presente que el sistema ayuda y acompaña, pero siempre está el humano de por medio. La tecnología ayuda, pero no soluciona. El paciente siempre necesita contención. La pandemia ayudó a la adopción de tecnología que hasta ese momento no estaban. Hoy tenemos claro hacia dónde vamos, pero la pandemia nos cambió en términos de prioridades. La pandemia demandó la aceleración de procesos”.
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"Lo que estamos fallando en la actualidad, es que cada uno de los actores tenemos incentivos diferentes. No están alineados entre los integrantes del sistema de salud. Y cuando uno no alinea incentivos, empieza a haber conflictos", alertó Defranchi.
Mariano Fuchila
Por su parte, Defranchi señaló su punto de vista: “Somos los que estamos de cara al paciente. Las primeras semanas fueron de incertidumbre, no sabíamos lo que iba a pasar. Podríamos hablar de los cambios en el día a día, del doble circuito para atender pacientes, las decenas de cambios. Pero me quedaría con algunas enseñanzas que están por encima: esto tiene que ver con no tener una mentalidad rígida, es importante poder adaptarse rápido. Si la organización no puede adaptarse rápido, estás en un problema. Si los hechos cambian, tener la flexibilidad para adaptarse es fundamental. También es importante hacer que tus decisiones estén basadas en datos y no en opiniones”.
“Por otra parte, es fundamental contar con equipos, la gente que trabaja con uno. Tener un equipo confiable. La confianza y la transparencia son elementos muy importantes. Estas cosas se aceleraron. Cosas que esperábamos que ocurran en años, se aceleraron. Y se van a quedar, como la teleconferencia, hay que tomarlas de ahora en más. La aceleración de cambios que se dieron a consecuencia de un evento que se impuso”, agregó Defranchi.
Las necesidades actuales del sistema de salud para tener respuestas más eficientes, fue otro de los aspectos abordados durante la charla. Y, uno de esos ítems, es la telemedicina y las ventajas que ofrece.
“Nosotros tenemos una división de productos que es telediagnósticos. Que es que un radiólogo pueda dar un diagnostico a cualquier lugar del mundo, por ejemplo. Es una de las aceleraciones que se nos dio. Antes el médico tenia uno o dos lugares donde trabajaba, y hoy puede concentrar en su casa ver estudios de imágenes de varios centros. E incluso podría hacerlo en todo el mundo. Con soluciones de acceso remoto, se puede seguir dando servicios. Es una de las cosas que se aceleró mucho”, señaló Serrao.
"Antes el médico tenia uno o dos lugares donde trabajaba, y hoy puede concentrar en su casa ver estudios de imágenes de varios centros. E incluso podría hacerlo en todo el mundo. Con soluciones de acceso remoto, se puede seguir dando servicios", señaló Serrao.
Mariano Fuchila
En tanto, sobre la división entre el sistema de salud público y privado, Oriolo señaló: “No es uno u otro, es uno y el otro. El sistema de salud tiene una cantidad de actores que, a futuro, deben ver cómo articularse. Me toca desde el área de tecnología el desafío de empezar a integrarlos, con la clínica, los prestadores, con el socio. Hoy, en el mercado no existe la historia clínica, o el registro de salud, porque uno concurre a un centro médico o laboratorio, y el socio todavía tiene que andar con los papeles. Eso requiere integración y con eso vamos a lograr mayor eficiencia. Por eso es muy importante y que todos trabajemos en pos de ello”.
“Creo que el mayor desafío que tenemos, más allá si es privado o público, es hacer un sistema de salud que sea sustentable”, coincidió Defranchi, y remarcó: “Y ahí ya no sé si importa si es privado o público. Lo que estamos fallando en la actualidad, es que cada uno de los actores tenemos incentivos diferentes. No están alineados entre los integrantes del sistema de salud. Y cuando uno no alinea incentivos, empieza a haber conflictos. En el medio de todo esto está el paciente. Si no podemos alinear los incentivos a ofrecer el servicio de mayor valor para el paciente, va a seguir siendo ruidoso el sistema. Cuando me refiero al mayor valor para el paciente, es dar un servicio de calidad en términos de resultados, relacionado a cuánto cuesta brindar ese servicio. Estamos obligados a brindar un servicio de valor. Esa debería ser la visión de los participantes del sistema de salud. Hoy entiendo que no es así”.
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