El edil del radicalismo fue mas allá al denunciar que “nos enteramos que en el partido de Boca River cobraban cien pesos para que puedan dejar los autos. Entendemos que se dan dos situaciones: O una desidia completa por parte del estado, o una complicidad del mismo con estas mafias”.

-¿Cómo está la situación de los trapitos?

-Primero me gustaría dejar en claro que no estamos hablando del “trapito” marplatense, dónde uno deja el auto a voluntad. Y se cuida a voluntad. De las mafias organizadas que, de distintos puntos del país, vienen a Mar del Plata, con el objetivo de coaccionar, intimidar y extorsionar a marplatenses y turistas, bajo la amenaza de daños mayores. Como ha sucedido en el recital de la Canción, organizado en el sur por un hotel. Y al no acceder, los turistas, a las tarifas que les proponían, cuando volvían encontraban sus autos dañados. Hubo más de 100 vehículos con los cristales rotos. Y muchas pertenencias sustraídas. Al estar organizados, pueden entrar a los lugares donde suele haber mucha afluencia de marplatenses y turistas. Y tenemos un estado ausente, que deja que seamos rehenes de estas mafias organizadas.

-Cuando habla del Estado, ¿a qué Estado se refiere?

-A su sentido amplio. Al Estado Municipal, al Estado Provincial a través de la Departamental y la justicia. Nosotros, si bien este tema se viene denunciando, nos enteramos que en el partido de Boca River cobraban cien pesos para que puedan dejar los autos. Entendemos que se dan dos situaciones: O una desidia completa por parte del estado, o una complicidad del mismo con estas mafias.

-Hubo casi mil policías en el partido, y calle de por medio, estaban los trapitos infringiendo la ley ¿No puede actuar la policía?

-Claro que puede actuar. Son actos perpetrados en la vía pública. Por eso quedan esas dos alternativas que le mencioné. O se naturalizó la situación o hay complicidad. En cualquiera de las dos situaciones es una vergüenza que el Estado, en su sentido amplio, deje de rehén a los turistas y marplatenses. Los dejan liberados a que se produzca un delito.

-¿Es posible hacer algo desde lo local?

-Soy un convencido que la única manera de arreglar esto es que el Estado intervenga y ocupe el lugar. Porque si solo interviene corriendo a estas mafias organizadas, sacándolas del lugar, vuelven esas u otras al poco tiempo. El Estado tiene que intervenir y ocupar el territorio. Nosotros propusimos que ahí donde haya concurrencia masiva de público, se delimite ese perímetro, y esa zona sea dada a entidades de la ciudad, donde a través de voluntarios puedan acceder a un bono contribución y conocer adónde van los recursos. Esto sucede en el Puerto, donde uno, al llegar, recibe un fondo, y sabe que los recursos son destinados a la Cruz Roja. El bono es voluntario. El estado tiene que ocupar esos espacios. Y custodiar que se desarrollen con tranquilidad. Hay que darle un corte a estas mafias que asolan Mar del Plata. Estamos poniendo este tema en debate y denunciando.

-¿Están pensando en trabajar para alguna ordenanza que contemple esta problemática?

-Presentamos este proyecto, pero no tuvo tratamiento en el Concejo. Lo presentamos en Octubre y permanece en comisión. Tendremos una reunión con el Jefe Departamental, con Secretario de Seguridad y el Fiscal general para ver las medidas que se deben tomar para que el marplatense y turista no sean víctimas de este delito.

-Eso da una mala imagen de la ciudad.

-Absolutamente. Por eso, nosotros queremos darle una fuerte imagen al país, donde vean que los marplatenses no vamos a dejar que nuestros turistas y nosotros mismos, seamos víctimas del delito.

-¿Esto pasa a lo largo y a lo ancho de la ciudad?

-Hay lugares donde estas mafias actúan. Donde hay mucho público, mucho movimiento. Y no hay políticas de prevención. Porque esto también tiene que ver con la seguridad. No se puede dejar este tema de lado. Después, hay hechos aislados, que hay que tratar uno por uno. Pero estos son elementos masivos que se realizan en determinados lugares y muy bien organizados. No podemos proteger a estos grupos de mafiosos que se adueñan de la vía pública para hacer un negocio a costa de la extorsión. Creo que es un tema a debatir, en una mesa debate, donde los diferentes actores vengan a proponer cómo ordenar una situación que está desmadrada.

-¿No hay voluntad política de solucionar este tema?

-No la hay. Desde el momento en que este tema se reitera verano tras verano, queda claro que no la hay. Nosotros no vemos esa voluntad política.