"Masacre de Capilla del Rosario": declaró Hugo Mott

"Masacre de Capilla del Rosario": declaró Hugo Mott
Un testigo declaró que los guerrilleros asesinados tenían disparos en la garganta y en las muñecas.
El ex gobernador Hugo Mott declaró en el marco del juicio por la denominada "Masacre de Capilla del Rosario" y comentó que entre el 10 y el 12 de agosto de 1974, estuvo en Buenos Aires.

Mott fue el primero de los ocho testigos que compareció en la sala de audiencias del Tribunal Oral en lo Criminal Federal y declaró durante aproximadamente una hora. El por entonces primer mandatario provincial manifestó que recién el 12 de agosto a la noche regresó a la provincia.

Comentó que tuvo contacto con los sobrevivientes que estuvieron detenidos en la División Investigaciones. "Me llamó la atención el convencimiento y la firmeza. Intenté conversar con ellos pero solamente me dijeron "Viva el ERP"".

En otro tramo señaló que sí hubo presos políticos durante su gobierno, pero que no eran "presos suyos" y que a las listas las manejaban los servicios de inteligencia del Estado".

Esta versión se contrapuso con lo expuesto por el abogado Julio Marcolli, quien testificó ayer y expresó que el ex vicegobernador Antonio Saadi junto a otros funcionarios provinciales confeccionaban la lista que, a posteriori, era puesta a disposición del ex gobernador Mott. En esta nómina figuraban los hermanos Raúl y Hernán Colombo y Marcolli, entre otras personas que intentaban interiorizarse de los fusilamientos, y que querían asesorar a los guerrilleros detenidos.

"El ministro de gobierno Alfredo Toro me dijo que era el primero que estaba en la lista y que él me salvó la vida". Sin embargo, Marcolli tuvo que salir primero de la provincia y posteriormente del país, tras un atentado en su domicilio y luego de haber estado un año detenido.

A su vez, Marcolli relató que junto al abogado Alberto Curuchet, previa orden judicial, fueron hasta el Cementerio Municipal para identificar a los once cadáveres. "Tenían disparos en la garganta, en la frente y en las muñecas, y Curuchet me decía que las "manchas" oscuras eran por la pólvora". La tarea de identificación fue interrumpida por un grupo de policías de la provincia que respondían a las órdenes de Mario Nakagama. "Nos amenazaron y nos llevaron a un sector apartado con las manos en la nuca y nos obligaron a marcharnos del lugar".

La jornada se extendió hasta aproximadamente las 16. Juan Carlos Reynaga, el presidente de el Tribunal, resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo lunes 23 de septiembre.

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